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Bodas

La pedida de mano: la actual frente al protocolo de la tradicional

Hay tantas formas de pedir la mano como personas. Si tras el "sí" os animáis a celebrar una fiesta de pedida de mano y no sabéis por dónde empezar, os contamos qué se hace, cuándo es mejor organizarla y quiénes deberían asistir.

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Pedida mano: chico arrodillado delante de una chica con una caja en las manos

¿Has pensado en celebrar una pedida de mano? Sí, has leído bien. Y es que, si tradicionalmente la pedida de mano tenía como objetivo conseguir el consentimiento por parte del padre, hoy esta tradición resurge como el ave fénix o las rosas blancas, convirtiéndose en el "must have" de toda boda que se precie. Y aunque sigue siendo el momento en el que se reúne la familia y se entrega el anillo de compromiso, lo cierto es que se puede hacer una pedida de mano original que sea realmente distinta y única.

Hoy en día, la pedida de mano tal y como la conocemos (con anillo y por sorpresa) es un momentazo exclusivo de una pareja. Aunque celebrar la noticia con la familia o los amigos íntimos gana cada vez más adeptos entre las parejas jóvenes. Pero eso sí, esta vez la finalidad es totalmente diferente a la de antaño, pues se trata de un acto familiar sin otra pretensión que la de compartir un momento especial en un entorno más o menos íntimo y en el que empezar a celebrar la buena noticia.

Y es que es el mejor momento para que todos los miembros de vuestras familias se conozcan y se acerquen un poco más. Normalmente los padres de ambos ya se conocen, pero ¿y vuestros hermanos?, ¿y las parejas de vuestros hermanos? También son cada vez más los/las novios/as que hacen una cena con sus familiares y después organizan unas copas con algunos amigos más cercanos. 

Pero, ¿qué tipo de pedida es más apropiada? ¿Qué es lo que se hace y cuándo es el mejor momento para hacerla? Puede ser desde un cóctel organizado por los padres de la novia en su casa, que es el ejemplo clásico, hasta una fiesta de degustación para seleccionar el vino de la boda, pasando por una comida al aire libre en el campo o en la playa. ¡Las opciones son infinitas! Se trata de pasar un rato agradable junto a los seres queridos como preámbulo de uno de los días más felices de vuestra vida. Y, siendo honestos, cualquier excusa es buena para reuniros a celebrar el amor.

1. Cuándo hacer la pedida

Lo primero que hay que distinguir es que una cosa es el hecho de pedir matrimonio y otra distinta es celebrar después una pedida de mano, que puede ser formal o informal. Sin duda, el estilo dependerá de la personalidad de cada pareja. Existen mil maneras de celebrar una pedida de mano original: desde una sorpresa inolvidable (con un flashmob, un cachorrito, un viaje romántico…), hasta la clásica cena en un restaurante o a la antigua usanza en casa de los padres. Si optáis por un restaurante y queréis hacerlo en la capital, ¿qué os parece echar un vistazo a los mejores restaurantes para bodas de Madrid? Son ideales tanto para una pedida como para celebrar vuestro gran día.

Respecto a cuándo hacerla, lo habitual es cuando hayáis empezado la organización de la boda y comencéis a comunicar a todos los seres queridos que os vais a casar. Pero en realidad, cualquier momento es bueno. Aunque os recomendamos que no sea muy cercana a la boda para tener tiempo de organizar ambas fiestas.

Lugares para boda

Pedida mano: pareja y sus familiares y amigos más cercanos brindando

2. Qué se hace en la pedida de mano

La pedida de mano tiene su origen en el Imperio Romano y es que en aquella época los padres tenían el poder y la autoridad sobre sus hijas y se llamaba "manus". Si un hombre quería contraer matrimonio con una mujer debía solicitar el "manus" y, si el padre aceptaba la propuesta, el poder y la autoridad de la hija pasaba a manos de su esposo. Algo que por suerte ha cambiado con el paso de los años, pero la fiesta de la pedida de mano es una tradición que ha perdurado en el tiempo.

En esta reunión la pareja anuncia el compromiso ante las personas que ellos desean, que suelen ser los familiares más cercanos, padres y hermanos. Lo habitual es hacer una comida, cena o incluso un desayuno o merienda, pero normalmente hay algo de picoteo.

3. Pedida de mano tradicional

Clásica y con los padres como testigos, el protocolo incluye distintas formalidades que, si bien pueden parecernos algo exageradas, siguen siendo una muestra de cortesía y respeto hacia las familias.

La pedida de mano formal debe hacerse entre 6 y 3 meses antes de la boda. Y si hubiera alguna otra fiesta de compromiso, tendrá que ser después de la celebrada con los padres.

Dado que la pedida de mano tradicional es un evento formal, los hombres deberán llevar un traje oscuro y las mujeres un vestido cóctel. Se trata de un momento especial y, por tanto, hay que vestir especial. 

Para una fiesta tradicional (es decir, una que organizan los padres de la novia), ambas familias deben ser invitadas a comer o a cenar, bien en casa (para lo que se recomienda contratar un servicio de catering) o en un restaurante, donde el menú será sencillo pero de calidad.

Muchas parejas hacen la prueba del menú antes de la boda. Si el catering que hayáis contratado lo permite, y siempre dependiendo de dónde hagáis la pedida, puede ser un buen momento para que entre las dos familias decidáis los platos que se servirán en la boda.

Catering para boda

Mesa preparada para la celebración de la pedida mano

Por regla general, a la pedida de mano tradicional no deberían acudir más que los familiares directos: padres y hermanos. Dependiendo del espacio en el que se celebre, al final podrán unirse los amigos íntimos de la pareja, así como sobrinos, tíos y primos.

Infografía de Bodas.net sobre cómo sentar a los invitados en la mesa presidencial

El protocolo más conservador dice que la pedida de mano tradicional debe realizarse antes de servir la comida, siendo el padre de él quién deberá pedirle la mano al padre de ella, mientras que el intercambio de regalos tendrá que esperar hasta el postre.

No es ninguna sorpresa que los regalos tradicionales sean un reloj para el novio y un anillo de compromiso para la novia. Aunque existen más opciones, como una pulsera u otra joya para ella, y un alfiler de corbata, unos gemelos u otro objeto de colección para él.

Tras los regalos, la novia anuncia la fecha de la boda y el padre hará un brindis por la felicidad y prosperidad de la pareja.

Además, es tradición que el novio envíe un ramo de rosas blancas (significado de pureza) a la novia el día de la pedida, siendo también un bonito detalle el hecho de enviar un ramo más sencillo a la futura suegra.

Por otro lado, la pedida puede ser un momento perfecto para ultimar detalles en los que las dos familias están implicadas. Por ejemplo, quién lee qué en la ceremonia, a qué horas ponéis los autobuses para los invitados de vuelta, quién abre el baile, etc.

4. Pedida de mano íntima

En estos casos, se trata de un evento privado, por lo general secreto, y resulta una gran sorpresa para algún miembro de la pareja. Incluso cada día más es más común que sea la novia quien se anime a pedirle la mano a su futuro marido.

¿Cuándo hacerla? Teniendo en cuenta que solo uno sabe que va a declararse, cualquier momento es bueno para lanzarse. Pero, sin duda, las fechas más marcadas para este tipo de pedidas suelen ser los aniversarios, navidades y cumpleaños. ¿Qué mejor regalo que ese?

Además, la pedida de mano íntima no requiere etiqueta. Si bien puede que ambos estén más guapos de lo normal ese día porque pensaban que iban a una cita romántica, a la mayoría de los mortales nos pilla desprevenidos. Y, francamente, cuando te den el notición en lo último que pienses será en la ropa que llevas.

¿Dónde hacerla? En la actualidad, algunas parejas prefieren la intimidad de una velada romántica o, incluso un viaje, mientras que otros dan rienda suelta a su imaginación y llevan a la acción ideas asombrosas para pedir la mano. ¡Las posibilidades son infinitas!

En una pedida de mano íntima la pareja se encuentra sola disfrutando de la velada, pero en ocasiones tras el pronunciamiento del "¡sí!", los amigos y familiares salen de su escondite con botellas de champán para brindar. Y es que, en la mayoría de los casos, ellos son los cómplices y compinches que han ayudado a que la gran sorpresa se haga realidad.

Pedida mano: un chico lleva a caballito a una chica al lado del mar

En cuanto al regalo, y aunque el clásico entre los clásicos es el anillo de diamantes, lo cierto es que en estas pedidas todo vale. Honestamente, el valor económico del anillo no es lo importante, porque el verdadero amor no tiene precio. Y un regalo simbólico, de gran valor sentimental será perfecto para sellar el compromiso.

Por otro lado, y si bien esta pedida suele quedarse aquí, cada vez más parejas rescatan la tradición de realizar (a posteriori) una celebración con los seres queridos. No para pedir ningún permiso, faltaría más, sino para celebrar la noticia y ayudar a que ambas familias intimen antes del enlace.

¿Algo más que haya que saber? Que la imaginación no tiene límites y menos aún el amor. Así que convertid este momento en un recuerdo único y maravilloso que contarle a vuestros hijos y nietos. Ojo, no es tontería contar con un fotógrafo "espía" que capture el momento, ya que así aparte de contarlo, también podréis enseñarlo.

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5. Fiesta de compromiso

Hoy en día muchas parejas deciden hacer toda una fiesta de compromiso para compartir la noticia con familiares y amigos. De esta forma se da a conocer la fecha y el lugar de la boda. Incluso se puede aprovechar para repartir las invitaciones.

Es genial cuando la fiesta llega poco después del compromiso, mientras que la noticia está todavía fresca. Incluso se puede dar la noticia por sorpresa en la misma fiesta, aunque tendréis que inventaros algo para reunirles sin que sospechen nada. Un cumpleaños podría ser una excusa estupenda. Y aunque se trata de un evento más informal que la boda, lo correcto sería optar por un look más formal de lo habitual, como muestra de respeto al futuro enlace y a los familiares.

Hacer una comida o merienda todos juntos es una buena opción para la fiesta de compromiso. Al organizarlo podéis contratar un catering y celebrarla en la casa o club de algún familiar. Luego podéis disfrutar todos juntos de unas copas o un brindis con cava o champán.

Y recordad: las reglas tradicionales sugieren que los invitados a la fiesta de compromiso también deben ser invitados a la boda. Aunque la lista final seguramente será más corta, ya que la idea es hacer un evento más íntimo que la boda en sí.

Pedida mano: un grupo de amigos posa para una foto con caras divertidas

¿Cuándo se celebra la pedida? En primer lugar, el padre de la novia propondrá un brindis para la pareja. Entonces, el prometido/a se levantará y brindará con su prometida/o y sus futuros suegros, y luego con sus propios padres. Y a pesar de que los regalos no son habituales en una fiesta de compromiso, algunos invitados inevitablemente llegarán con ellos: un buen vino y unas bonitas flores siempre serán una buena elección.

Dar una fiesta de compromiso es un acto de generosidad y afecto, y siempre es un bonito detalle que la pareja entregue un regalo de agradecimiento al anfitrión. Por ejemplo, unas entradas para un espectáculo o una primera edición de un libro que le encante.

Esperamos que os haya resultado útil este contenido y hayamos resuelto vuestras dudas. Además, os dejamos un vídeo con todo lo que necesitáis saber sobre los anillos de compromiso. ¡Dadle al play!

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