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Bodas

10 errores de principiante que (sí o sí) debéis evitar para tener la boda perfecta

Organizar una boda no es fácil, pues hay que tener en cuenta muchas cosas. A esto se suma que la mayoría de las parejas se enfrenta al reto por primera vez. Tranquilos. Con un poco de previsión y estos consejos todo saldrá perfecto. ¡Seguro!

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Pareja vestida de novios camina por un exterior cogida de la mano

La palabra clave para evitar sorpresas y errores a la hora de preparar una boda es organización. Tener claros cuáles son los pasos que hay que dar en cada momento os permitirá hacer las cosas con tranquilidad, sin estrés y con el tiempo necesario. Pero no siempre sale todo según lo previsto y pueden cometerse determinados "fallos" que, con un poco de previsión y calma, son fáciles de evitar. Para ayudaros hemos recopilado los errores más comunes que debéis evitar al planificar vuestro enlace. Las 10 cosas que no debéis hacer para que vuestra boda salga redonda... ¡y disfrutéis al mismo tiempo de los preparativos!

1. Empezar con los preparativos antes de tener la lista de invitados

Sí, estáis impacientes y tenéis ganas de empezar a pensar en vuestra boda soñada: las invitaciones de boda, vuestros respectivos outfits, las flores, el lugar del banquete, la decoración de las mesas, la tarta de boda… Pero debéis esperar un poco. ¿O queréis comenzar la casa por el tejado?

El factor más importante y que marcará todo lo demás, desde los asientos de la ceremonia hasta el catering, pasando por el espacio de celebración, es el número de invitados. Así que no esperéis más y poneos manos a la obra. Elaborar una lista con todos los familiares y amigos que os gustaría que os acompañaran un día tan especial determinará todo lo demás, pues no es lo mismo una boda íntima que una con 200 invitados. 

Seating plan de una boda colgado con pinzas

2. Obsesionarse con la boda

La gran cantidad de decisiones que hay que tomar a la hora de organizar una boda –como el estilo del evento, las canciones para bodas o los regalos de boda para los invitados, por ejemplo– puede hacer que no penséis en nada más en todo el día, lo que os puede causar estrés y ansiedad. Es un error de principiante muy común.

Pero si es así, ha llegado la hora de relajarse. Y es que toda vuestra vida no gira alrededor de la boda. Se trata de disfrutar también un poco de la organización. Por eso hay que saber poner límites. Así que, si habéis programado el enlace con suficiente antelación, reservad una tarde a la semana para hablar sobre las tareas que tenéis que hacer cada uno en los siguientes días, y pedid ayuda a algún familiar o amigo si veis que no vais a poder asumirlo todo.

También puede ser buena idea contratar los servicios de un wedding planner, quien os ayudará a reducir la carga de responsabilidades y os aportará sensación de seguridad, gracias a su experiencia en estas tareas.

3. Comparar las bodas de los demás con la vuestra

Cada boda es única, pues tiene que ser el reflejo de la forma de ser y de los deseos de cada pareja. Si os invitan a algún enlace mientras estáis organizando el vuestro o algún amigo os explica cómo lo está preparando él, no empecéis a pensar en las diferencias o las similitudes ni queráis entrar en una competición para ver qué boda es mejor o peor. No os preocupéis por lo que haga u opine nadie más y poned toda vuestra ilusión en los preparativos de vuestro gran día. Un día especial e irrepetible.

Precioso exterior preparado para una ceremonia o cualquier otro tipo de celebración importante

4. Hacer cambios importantes de última hora

Cuando empezáis con la planificación de la boda elegís un estilo de decoración, un color temático, un tipo de cartelería… Luego os pasáis meses recopilando información y descubrís ideas de decoración para la boda e ideas originales para la celebración que no tienen nada que ver con lo que habíais pensado en un primer momento.

Repensar algunos aspectos de la boda no tiene por qué ser un problema muy grave, a menos que todo esté atado y pagado. ¿Ya habéis encargado los carteles y las flores? Si la papelería ya está impresa poco se podrá hacer, pero siempre podéis darle un toque diferente añadiendo algún elemento que se ajuste a vuestros nuevos deseos, como unas cintas de encaje o unas flores secas. Si preferís que la decoración tenga un color protagonista distinto, hablad con el florista para que lo tenga en cuenta y os diga si implica un coste extra.

5. Querer adelgazar dos tallas antes de la boda

Has encontrado el vestido de novia con el que siempre has soñado, pero no te acaba de quedar bien. Aún así decides encargarlo con el objetivo de que en la última prueba te quede fenomenal adelgazando bastante en poco tiempo. Comprometerse a comer sano y hacer ejercicio es un gran propósito en cualquier momento de la vida, pero someterse a una dieta milagro puede tener consecuencias negativas. Y no conviene asumir riesgos.

En lugar de emprender una "misión imposible", elige un modelo que te quede bien ahora. Si adelgazas, ya habrá tiempo de ajustarlo en las pruebas que te irán haciendo. En cualquier caso, pide consejo a los profesionales. Y lo mismo en el caso de los protagonistas masculinos de la jornada. Los propósitos deben ser realistas.

Vestido de novia en su percha colgando de las vigas del techo

6. Abusar de familiares y amigos

A menudo, cuando las parejas se dan cuenta de que no pueden hacerlo todo solos, recurren a las madres, que siempre están dispuestas a echar una mano. Los hermanos, los best-men y las damas de honor también suelen ser otros comodines habituales.

Pero no hay que olvidar que ellos tienen sus propias obligaciones y que no están tan involucrados en la boda como vosotros. Así que dedicad el tiempo necesario para decidir en qué sí y en qué no os pueden ayudar, y pedidles tareas que puedan hacer sin gran esfuerzo, a no ser que sean ellos mismos los que propongan colaborar más.

7. Querer hacerlo todo solos

Tan malo es dejar muchas cosas en manos de terceros como tratar de hacerlo todo vosotros solos, sin ayuda externa. Vosotros sabéis exactamente lo que queréis para conseguir que vuestra boda sea única, pero en algún momento tendréis que tomaros un respiro. Preparar unas invitaciones de boda caseras no es sencillo si tenéis muchos invitados. Y luego hay que ocuparse también de los trámites del expediente matrimonial, de la decoración de las mesas del banquete, de contratar al fotógrafo profesional y de muchas cosas más.

En lugar de querer llegar solos a todo, lo mejor es que pidáis ayuda a familiares y amigos. Pero no olvidéis hacerlo con tiempo para no agobiarles. ¡Seguro que de esta manera estarán encantados de colaborar!

Pareja con traje y vestido blanco cogidos de la mano

8. Hacer una montaña de un grano de arena

Las minutas han llegado y la tinta es de un azul más oscuro que el que habíais escogido. El florista os dice que no va a poder hacer exactamente "esos" fantásticos centros de mesas porque algunas de las flores que necesita no le han llegado a tiempo. El hombre del tiempo anuncia tormenta para el día de vuestra boda…

Todo esto son pequeñas cosas que pueden pasar, pero no hay que hacer un drama de los imprevistos. Al contrario. Lo ideal es tener un plan B y dejar que los proveedores en los que habéis depositado vuestra confianza hagan su trabajo. Serán pequeñas anécdotas que seguro olvidaréis cuando empecéis a caminar por el pasillo hacia el altar.

9. No ceñirse al presupuesto

Antes de contratar cualquier servicio es muy importante hacer un presupuesto, tener un presupuesto acordado. De este modo sabréis cuánto os queréis (y podéis) gastar en vuestra boda. Un factor que os resultará muy útil a la hora de ir contratando a los proveedores que no queréis que falten en vuestro gran día. Lo ideal es que si os pasáis en una partida, ajustéis de nuevo el presupuesto reduciéndolo en otra.

También conviene destinar una partida a gastos imprevistos, ya que siempre suelen aparecer necesidades inesperadas o desconocidas con las que no habíais contado. ¡Desterrad la frase "con este gasto no contaba" de vuestro vocabulario!

  • No conocéis todavía el Presupuestador de Bodas.net? ¡Seguro que os resulta de gran ayuda!

Conos de papel kraft con mini florecitas para lanzar a los recién casados al acabar la ceremonia

10. Dejar los pequeños detalles para última hora

La semana antes de la boda siempre se juntan muchas cosas, por lo que lo mejor que podéis hacer es intentar que no queden demasiadas para esos días. Ser previsor es una gran cualidad. Así que tened bien presente lo que dice el refrán: "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy".

Si cumplís con todo lo que os acabamos de decir no solo llegaréis a vuestro gran día relajados, sino que vuestra boda será todo un éxito. Y es que tener en cuenta los 10 errores de principiante que (sí o sí) debéis evitar os ayudará a tener la boda perfecta. ¡Disfrutadla!

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