¿Por qué se llama luna de miel?
La mayoría de las parejas disfrutan de un viaje súper romántico después de su boda sin saber el origen de esta antigua costumbre. ¿Queréis saber por qué se llama luna de miel y de dónde procede esta tradición?


Después de organizar la boda durante meses, de prestar atención hasta el último detalle y de disfrutar del gran día como siempre habíais soñado, llega el momento de hacer las maletas y poner rumbo al destino –o destinos– que habéis elegido para vuestro viaje de novios. Pero, ¿os habéis preguntado alguna vez por qué se llama luna de miel? Lo cierto es que este concepto tiene varios posibles orígenes que os desvelamos a continuación. ¡Son de lo más interesantes!
- Pueblos nórdicos
- Babilonia y la Antigua Roma
- Alemania en la Edad Media
- Pueblos del norte de Europa
- La Inglaterra del siglo XIX
- Tradición católica
Pueblos nórdicos
Según cuenta la tradición, el nombre de "luna de miel" procede de las viejas costumbres nórdicas del siglo XVI, en las que los recién casados solían beber dulce hidromiel –también llamada aguamiel– durante la primera luna llena próxima a la ceremonia nupcial.
Los novios la tomaban para recibir la bendición de los dioses, quienes les regalaban a cambio fertilidad para concebir sobre todo hijos varones. La hidromiel también era el único alimento de Odín, padre de todos los dioses nórdicos y se consideraba una bebida que daba poderes sobrenaturales. De ahí que fuese una pócima mágica, que también ofrecían los druidas a las tribus celtas antes de enfrentarse a los romanos en la antigua Galia.
Babilonia y la Antigua Roma
Otro significado de la luna de miel se remonta a hace 3.500 años, en Babilonia. En aquella época el padre de la novia debía regalar al novio cerveza de miel durante una luna o un mes para desearle suerte y fertilidad.
Por otra parte, en la Antigua Roma era la madre de la novia la que depositaba durante un mes aproximadamente una vasija con miel en la habitación de los recién casados. La miel representaba la fertilidad y, además de comérsela, la novia también la utilizaba como "reconstituyente" físico y ungüento de belleza para tener la piel suave.
Alemania en la Edad Media
¿Más creencias de cuál es el significado de la luna de miel? ¡Por supuesto! Durante la Edad Media en Alemania y, por influencia de la mitología germana, los teutones solían celebrar las bodas únicamente durante las noches de luna llena y durante los 30 días posteriores al enlace las parejas bebían licor de miel para ser felices y tener numerosa descendencia. Por eso se cree que quizá proceda de ahí el nombre de "luna de miel".
Pueblos del norte de Europa
La tradición de beber hidromiel se unió a la del viaje por otra costumbre muy antigua de los pueblos del norte de Europa. Y es que los pueblos nórdicos solían raptar a jóvenes de poblados vecinos o enemigos. Estos "secuestros" los realizaban un grupo de hombres, uno de los cuales recibía el título de padrino si el secuestro se producía para celebrar una boda.
En el caso de secuestrar a una mujer para casarse, este padrino vigilaba durante la ceremonia nupcial, manteniéndose alerta y armado por si aparecía la familia de la novia. Transcurrido un cierto tiempo la pareja ya casada volvía al poblado de la novia con una unión de hecho que ya nadie cuestionaba. ¿Cuál era la finalidad de estos secuestros? Poder casarse con la elegida en caso de no tener la aprobación de la familia o bien realizar una alianza entre enemigos.
La Inglaterra del siglo XIX
Aunque el término "Luna de miel" era anterior a esta época, el inicio de la luna de miel moderna se remonta a la Inglaterra burguesa del siglo XIX. En aquella época los novios aprovechaban el viaje para visitar a familiares lejanos que no habían asistido al enlace, al mismo tiempo que comenzaban solos su vida conyugal para así conocerse mejor. Se ha de tener en cuenta que entonces las parejas no estaban nunca solas hasta que se celebraba el matrimonio. De ahí la importancia de disfrutar de intimidad sin estar continuamente acompañados de carabinas.
Esta moda se extendió con rapidez a otros países de Europa y en el siglo XX se popularizó definitivamente al resto del mundo gracias a los grandes avances de los transportes, que acabaron por universalizar esta costumbre tan antigua. Y con el paso del tiempo el viaje para ver a los familiares lejanos se convirtió en un viaje de placer solo para los recién casados, el significado con el que se conoce hoy en día al viaje de novios. Una espera que mereció la pena, ya que la luna de miel es hoy uno de los viajes más esperados y recordados por las parejas.
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Tradición católica
El Vaticano también aceptó esta costumbre, ya que por tradición la miel era el símbolo del casamiento por tratarse de un alimento incorruptible, que se vuelve mucho más dulce a medida que transcurre el tiempo. Una metáfora perfecta del ideal de matrimonio cristiano. La miel también representaba para los católicos buenos augurios, dulzura y amor eterno.
Actualmente, y aunque existen muchos tipos de lunas de miel diferentes, las parejas aprovechan su viaje de novios para disfrutar de un destino que les hace especial ilusión, ya sea para descansar en unas playas idílicas, para recorrer enormes ciudades, para disfrutar de un safari, para visitar distintos lugares en cada escala de un crucero... Las posibilidades son numerosas, pero lo que parece claro es que ahora la miel ya no aparece por ningún lado. Sea como sea... ¡feliz luna de miel a los dos!
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