8 propuestas imprescindibles para vivir una (inolvidable) luna de miel en Madagascar
Disfrutar del océano Índico y de sus playas de aguas turquesas, pasear entre legendarios baobabs, descubrir su naturaleza virgen en un tren histórico… ¡Preparaos para vivir una maravillosa luna de miel en Madagascar, la isla de las mil sonrisas!

Madagascar es un sueño hecho realidad. Considerada una reserva natural de gran biodiversidad con fauna y flora únicas, podréis disfrutar de un océano turquesa con playas de arena blanca, coloridos arrecifes, paisajes volcánicos, bosques tropicales y espectaculares cascadas y lagos. Un destino repleto de magia para pasar juntos unos días muy especiales, rodeados de naturaleza virgen. ¿Queréis saber todo lo que os espera en una luna de miel en Madagascar?
- ¿Dónde está Madagascar?
- 1. Soñar despiertos en sus playas vírgenes
- 2. Viajar al fin del mundo en sus parques nacionales
- 3. Ver un romántico amanecer en la avenida de los Baobabs
- 4. Hacer una ruta nostálgica en el tren de la selva
- 5. Navegar en piragua por las aguas del río Tsiribihina
- 6. Visitar la magnífica región de Ampefy
- 7. Descubrir Antananarivo, una ciudad con encanto
- 8. Enamoraros (de nuevo) en Nosy Be navegando a bordo de un dhow
¿Dónde está Madagascar?
Aunque se hizo muy popular a raíz de la película Los pingüinos de Madagascar, lo cierto es que la isla de Madagascar –la más grande de África y la cuarta más grande del mundo–, lleva muchos años siendo uno de los destinos preferidos por las parejas a la hora de disfrutar de su viaje de novios.
Situada en la costa sureste del continente, justo a la altura de Mozambique, en el océano Índico, Madagascar es el hogar de una gran cantidad de especies animales y vegetales únicas en el mundo, como los lémures y algunas especies de baobabs (unos árboles preciosos), lo que la hace poseedora de una rica biodiversidad.
¿Estáis pensando en pasar vuestro viaje de novios en este paraíso? Atentos a estas 8 propuestas que os permitirán descubrir bien un país increíble y lleno de sorpresas.
1. Soñar despiertos en sus playas vírgenes
En la isla de las mil sonrisas os espera el sol africano que está presente durante todo el todo el año y las playas vírgenes de Madagascar. Unas playas de arena blanca bañadas por aguas turquesas, perfectas para zambullirse y dejarse mecer por las olas. Pero también unos arrecifes bellísimos, con peces coralinos multicolor y enormes cardúmenes.
No dejéis de visitar la Playa de Nosy Iranja, en el norte, con arenales desiertos y paisajes de ensueño; Tsarabanjina, en un islote, con un mar de color turquesa, ni Ifaty y Anakao, de aguas cristalinas y bosques de baobabs con una gran barrera de coral.
También os encantarán las playas salvajes de la isla de Sainte-Marie, Baie de Sakalava y las de Coco Beach, en Ampohana, oasis de fina arena blanca.
2. Viajar al fin del mundo en sus parques nacionales
La fauna y flora de Madagascar se esconde en numerosos parques nacionales que son Patrimonio de la Humanidad. Bajo el nombre de Bosques lluviosos o Pluviselvas de Atsinanana, son seis parques nacionales de una belleza inigualable.
No os perdáis el Parque Nacional de Ranomafana, de espesas selvas con más de 10 tipos de lémures. Es imprescindible visitar también el Parque Nacional de Masoala, con más de 2.300 kilómetros cuadrados de selva y otros 100 de parques marinos.
Sin olvidarse del Parque Nacional Marojejy –alrededor de un macizo con el mismo nombre–, del Parque Nacional Zahamena –clasificado como Patrimonio Natural Mundial–, del Parque Nacional de Andohahela –de 760 km– ni del Parque Nacional de Andringita.
También es impresionante la naturaleza salvaje del resto de la isla. No os podéis perder el Parque Nacional Isalo, con grandes cañones, oasis de palmeras, formaciones de arenisca y piscinas naturales con cascadas.
Os encantará asimismo la impresionante Reserva de Anja, con su particular fauna de lémures, camaleones y boas de Madagascar, entre otras muchas especies, y con sus paisajes de bloques de piedra granítica, desde los que disfrutaréis de vistas espectaculares.
Y, por supuesto, resulta imprescindible visitar el Parque Nacional de Masoala, con más de 2.300 kilómetros cuadrados de selva y otros 100 de parques marinos.
3. Ver un romántico amanecer en la avenida de los baobabs
El baobab es un árbol sagrado con gruesas ramas que parecen buscar el cielo. Existen 6 especies distintas que solo pueden verse en Madagascar y que alcanzan hasta los 40 metros de altura.
A tan solo unos kilómetros de Morondava –ciudad ubicada en la costa oeste de la isla–, en el camino que lleva a Belo Sur, descubriréis la avenida de los Baobabs con ejemplares únicos en el mundo. Es maravilloso contemplarlos al amanecer o al atardecer, con ese espléndido juego de colores que regala el sol africano.
También merece la pena desplazarse unos 7 kilómetros más al norte, para ver los baobabs "enamorados", con sus ramas entrelazadas.
4. Hacer una ruta nostálgica en el tren de la selva
Vivir un viaje de novios en Madagascar os ofrecerá una posibilidad única en la vida: hacer un recorrido en tren histórico entre las tierras altas del interior (Fianarantsoa) y las aguas del océano Índico, en Manakara. Un viaje de unas 14 horas, atravesando selvas, bosques tropicales, valles y puentes colgantes, que os enamorará.
El tren circula los martes y los sábados y no os olvidéis de ir pronto a la estación para comprar los billetes. Y pedid sentaros en las ventanas de la izquierda. ¡Tienen las mejores vistas!
5. Navegar en piragua por las aguas del río Tsiribihina
Si queréis hacer un pequeño viaje de aventura durante vuestra luna de miel en Madagascar, no os perdáis una visita al Parque Nacional Grand Tsingy, de Bemaraha.
Es uno de los lugares más extraños y mágicos del planeta, con sus imponentes rocas calizas esculpidas por la erosión del viento y del agua, y donde os esperan divertidas rutas de trekking o de 4x4 descubriendo lémures, una de las especies endémicas de Madagascar.
Pero si sois aventureros, os encantará un descenso en piragua por las aguas del río Tsiribihina. Una experiencia que también os permitirá bañaros junto a impresionantes cataratas.
6. Visitar la magnífica región de Ampefy
Durante vuestra luna de miel a Madagascar no olvidéis visitar Ampefy. Se trata de una región volcánica con espectaculares lagos en los que practicar deportes y donde, además, podréis contemplar uno de los géiseres más increíbles del planeta: el Analavory. ¡Sin olvidarse de las maravillosas cascadas! Os impresionará, sin duda.
7. Descubrir Antananarivo, una ciudad con encanto
Es la capital de Madagascar. Podéis pasear por sus calles, admirar su arquitectura colonial y subir las escaleras de Lastelle, que os llevarán hasta la plaza de la Independencia y al Zoma, el mercado de la ciudad, en el que podréis hacer algunas compras –aunque eso sí, no olvidéis cambiar antes dinero a la moneda oficial en Madagascar, pues en pocos sitios aceptan tarjetas de crédito–. Tampoco os perdáis el Palacio de Rova o Palacio de la Reina, el Palacio de Plata ni el Museo de Arte y de Arqueología. ¡Las opciones se multiplican en esta ciudad llena de encanto!
8. Enamoraros (de nuevo) en Nosy Be navegando a bordo de un dhow
En Madagascar también existen algunas islas, como la de Nosy Be, perfecta para hacer una escapada. Situada al noroeste, en el canal de Mozambique, es un pequeño paraíso conocido como la isla de los perfumes por sus plantaciones de café, cacao, vainilla y ylang ylang –una flor con un afrodisíaco aroma a jazmín y nerolí–, entre otras.
Disfrutaréis de sus paradisíacas playas con arrecifes, como Chanty Beach o Madirokely, de los lagos volcánicos de la reserva natural de Lokobe Nature y de sus destilerías de ron. Y podréis recorrerla a bordo de una pequeña embarcación tradicional de vela llamada dhow.
Otras islas cercanas, igualmente maravillosas, son Nosy Sakatia –con sus preciosas orquídeas y playas–, Nosy Tanikely –perfecta para la práctica de surf– y Nosy Fanihy –con su impresionante naturaleza virgen–.
¿Seducidos por este destino absolutamente único en el mundo? Si es así, seguro que estas 8 propuestas imprescindibles para vivir una exótica e inolvidable luna de miel en Madagascar os enamorarán, al igual que también lo harán su belleza y su naturaleza virgen. Y es que en la gran isla de Madagascar vais a vivir días de auténtico ensueño. ¡Disfrutadlos al máximo!
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