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Bodas

Confieso que soy una novia enajenada

Enajenada, pero feliz. Estos consejos te resultarán muy prácticos para sobrevivir a la histeria preboda y salir airosa de la situación.

Meni fotografía

Los meses previos al enlace son maravillosos, pero maravillosos… ¿Para quién? Para los novios hay momentos buenos –los más–, pero también instantes de nervios, de estrés, de prisas, de fallos, de miedos… Hay días en los que todo parece que va a salir mal, en los que pierdes la noción de la realidad y solo ves, piensas y sueñas con banquetes en los que todos se ponen malos; vestidos de novia que un gato –imposible no recordar la película "Los padres de ella"– ha destrozado con sus garras; peinados para bodas, donde un tinte mal matizado deja un precioso rubio en un tono verdoso –muy greenery como el color del año– o canciones para bodas que nunca elegiste y que no sabes de dónde salieron. Tranquila, es normal y tiene arreglo... 

Jorge Carrillo

Según la RAE, enajenada se dice de "Una persona que ha perdido la razón, de una manera transitoria o permanente". Aunque te pueda asustar cuando la lees, lo cierto es que los meses previos a la boda conllevan algo de locura. Son días de mucho estrés –aunque recuerda que el organizador de bodas que tienes en Bodas.net, que incluye agenda de tareas, listado de proveedores e, incluso, gestor de invitados, entre otras herramientas, te lo pondrá todo más fácil–.

¡Relájate! Verás que todavía tienes tiempo para todo; desde echar un último vistazo a los peinados para bodas 2019 e, incluso, para ultimar esos detalles que regalarás a tus invitados... Si te estás preguntando si has empezado a obsesionarte en exceso, te decimos cuáles suelen ser los síntomas y cómo enfrentarte a ellos.

1. La boda te persigue

En el trabajo, cuando vas a la compra, cuando estás desayunando con tus compañeras de trabajo… ¡todo te lleva a tu enlace! Si vas a comer, no puedes leer la carta porque estás pensando en tu menú; mientras trabajas, las letras del ordenador parecen cobrar vida y convertirse en el estilo de letra de tus invitaciones de boda; y si vas de shopping, no puedes comprar nada para tu casa porque los adornos se convierten en los regalos para invitados de boda que estabas buscando.

Cecilia Bisbal Puig

2. Te has convertido en una sentimental

Todo te afecta más de lo normal. Además, parece que todo el mundo se divorcia, incluso las parejas que pensabas que eran indestructibles. La ruptura de Brad Pitt y Angelina Jolie lo has vivido como algo personal, incluso meses después no puedes evitar soltar unas lágrimas. Ante esto solo te haces una pregunta: ¿será empatía o es que la mala suerte se ha instalado en el universo de las parejas felices? Tranquila, suele ocurrir en todas las épocas del año.

3. La báscula y tú os habéis convertido en amigas inseparables

Si cada mañana te subes como un autómata a la que tienes en el cuarto del baño, es hora de que admitas que empiezas a obsesionarte con el peso –y con un vestido que encoge por segundos–. Siempre es aconsejable, pero en esta época más, que pongas en práctica una serie de hábitos saludables y una alimentación sana. De esta manera tendrás los kilos controlados. Y sobre todo: ¡procura no obsesionarte!

Laura Arroyo

4. Duermes poco y tienes pesadillas recurrentes

Esto sí que es un problema pues la falta de sueño pasa factura a tu piel, engorda y te deja los nervios a flor de piel. Por este motivo, intenta dormir, recurre a infusiones relajantes, crea un ambiente propicio para el sueño y procura irte a la cama a la misma hora. Necesitas descansar y reponer energías.

5. El blanco se ha convertido en tu color preferido

Lo intentas evitar, pero llevas meses viendo tu vida en blanco –¿y negro?–. Si al abrir el armario ves que tus trajes de fiesta son de ese tono, el white domina también la decoración de tu casa y hasta las plantas tienen flores de ese tono, sufres un "ataque de preboda". Determinar el grado es complicado, pero se puede superar, especialmente en esta época donde el buen tiempo invita a colores flúor, azules klein y rosas que se acercan al fucsia sin despeinarse. Busca tu inspiración y empieza con pequeñas pinceladas.

The Fotoshop

Ten en cuenta que cierto nerviosismo es normal, pero a la larga también es un proceso maravilloso, donde tu pareja y tú compartís momentos estupendos. Intenta disfrutar de las tareas, de las pruebas de tu vestido o de la elección de los trajes de novio o la de los maravillosos ramos de novia. Poner en orden los pequeños detalles te ayudará a conseguir tu objetivo; esto hará que te sientas más segura y que puedas comprobar que las cosas llevan el ritmo que deben llevar. Ante los imprevistos, paciencia. Seguro que hay opciones alternativas y aún te sobrará tiempo para elegir las mejores canciones para bodas o los detalles de boda que harán de ese día uno de los más especiales.