Con gran alegría y emoción, queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a La Romanée por la organización impecable de nuestra boda el pasado junio de 2023. Fue un día verdaderamente especial y exitoso, tanto para nosotros como para todos nuestros invitados.

Desde el momento en que decidimos celebrar nuestra boda en La Romanée, supimos que habíamos tomado la elección correcta. Su atención personalizada, amabilidad y profesionalismo nos brindaron una tranquilidad invaluable durante todo el proceso de planificación y preparación.

Cristina ha estado a nuestro lado durante todo el proceso. Su paciencia, dedicación y disponibilidad constante nos han dejado profundamente impresionados. Cada detalle fue cuidadosamente atendido gracias a su compromiso y habilidades organizativas excepcionales. Nuestra boda no habría sido lo mismo sin su apoyo y orientación.

Merece mención también Marga, la conductora de nuestra ceremonia. Sus palabras fueron conmovedoras y llenas de amor, logrando que nuestro enlace sea un momento inolvidable para nosotros y nuestros seres queridos. Su calidez y habilidad para conectar con cada uno de los presentes hicieron que todos nos sintiéramos parte de algo realmente especial.

La Romanée superó todas nuestras expectativas en términos de belleza, elegancia y servicio. Cada rincón del lugar desbordaba encanto y sofisticación, creando un ambiente mágico para nuestra celebración. La atención y profesionalismo de todo el equipo, desde el personal de recepción hasta el servicio de catering, fue excepcional. Cada detalle, desde la decoración hasta el menú, fue cuidadosamente diseñado y ejecutado para hacer de nuestra boda una experiencia inolvidable.

Estamos infinitamente agradecidos por todo el esfuerzo y dedicación que La Romanée y su equipo pusieron en nuestra boda. Su pasión y compromiso con vuestro trabajo son evidentes y se reflejan en cada aspecto del evento.

Recordaremos nuestra boda como un día lleno de amor, alegría y magia, y esto no habría sido posible sin su contribución incalculable. Estamos encantados de haber elegido a La Romanée como nuestro lugar de celebración y de haber tenido la oportunidad de trabajar con personas tan excepcionales como ellos.

No puedo esperar a mostrar mi gratitud por lo vivido ayer el día de mi boda en esta finca. Simplemente sensacional, ni una coma, ni un pero, hicieron que todo fuese pura magia y nos acompañaron en todo momento, los invitados hoy sólo han tenido muestras de lo encantados que quedaron ayer, es increíble la calidad de la comida para un evento tan grande y la delicadeza de los platos. Por la noche el lugar se vuelve mágico, gracias a todos desde la dirección hasta el último de los camareros porque han hecho que la perfección exista. Volveremos para rememorar este día de ensueño

Quedamos encantados por la dedicación, ayuda y por la profesionalidad con la que trabajan. Da gusto tratar con profesionales como ellos que hacen las cosas tan fáciles y tan bien hechas.

Nuestros invitados quedaron encantados con todo, el lugar, la comida, el servicio etc… y nosotros por supuesto que también pero llevábamos la ventaja de saber quiénes son.

Agradecer a Cristina, Rafa, Carlos y a todo el equipo de camareros que nos atendieron de maravilla y por supuesto a cocina, estaba todo espectacular.

En todo momento, todos ellos estuvieron pendientes de que todo fuera sobre ruedas (hasta encontraron una tuerca de un pendiente que perdí en el salón... increíble!)

Queremos agradecer también a David, el.Dj que tienen allí, lo fácil que nos lo puso todo, además nos entendimos perfectamente desde el primer momento con él y nos lo pasamos súper súper bien!! Da gusto con gente así de verdad!.

No nos queremos olvidar de Cristina (Alma Bodas y Eventos). Decoradora que nos recomendaron. Es tan fácil trabajar con ella, nos ha ayudado muchísimo y quedó todo precioso, todo un acierto que nos la recomendarais!! Es un encanto de mujer.

En fin, una experiencia inolvidable en uno de los días más importantes que hemos vivido hasta la fecha.

Muchísimas gracias a todos!
Un abrazo. Bea y José.

Elegimos este restaurante porque nos pareció un sitio precioso para la celebración, ya que tenía el tamaño adecuado para nuestro número de invitados (60), y disponía de jardines para ceremonia y cóctel, así como un salón muy bonito con vistas al jardín. Quiero empezar por resaltar que el servicio prestado por los camareros fue impecable, y por supuesto la maître, P., a la que agradezco toda la atención que nos prestaron a nosotros y a los invitados en todo momento. Pero desde el principio, la gestión con C. fue confusa y difícil. La actitud de la dirección es muy inflexible ante cualquier cambio. No nos ofrecieron, como en otros restaurantes, varios menús para poder elegir, solamente había dos opciones tanto para los entrantes como para la carne y el pescado, lo que limitó mucho nuestras expectativas. El día de la degustación no se esforzaron en la confección del menú y no nos gustó nada. Finalmente, el día de la boda fue mejor de lo esperado, pero me creó un malestar innecesario en los días previos al evento. La calidad del sonido durante la ceremonia fue lamentable, con continuos acoples y pitidos que deslucieron el evento, al no disponer de un DJ profesional para ello. Solo nos lo ofrecieron para la discoteca. Tampoco mejoró durante el cóctel ni el banquete, en los que el hilo musical prometido consistió en la repetición de las mismas canciones en bucle. El personal de cocina era insuficiente, por lo que se alargó en exceso el tiempo previsto para el cóctel, lo que redujo (sin que nadie nos diera aviso de ello) el tiempo pactado tanto de discoteca como de barra libre, creando un malestar innecesario a la gente y a nosotros. Otros detalles han ensombrecido la celebración más importante de nuestra vida, como el hecho de discutir con nosotros el menú vegetariano acordado de antemano con C. en el momento de entrada en el banquete. A pesar de no disponer de opciones vegetarianas en el cóctel, nos facturaron el mismo íntegro, negándose a añadir un plato más a dicha persona en el banquete como compensación. Durante la barra libre, ya de por sí reducida, solo había una camarera para 50 personas, que se ausentó en varias ocasiones sin ninguna explicación. Por todo ello, y valorado en su conjunto, no podría recomendar a nadie este restaurante para la celebración de su boda. Para mí ha supuesto muchos quebraderos de cabeza y estrés añadido por la falta de profesionalidad y actitud inadecuada por parte de la dirección.

Es una finca muy bonita para celebrar una boda. El cóctel espectacular. Los invitados quedaron muy satisfechos.

Cristina, Rafa y todo el personal, unos profesionales. Se encargan de que esté todo a punto y en su momento. Acogedor sitio. La opinión de los invitados: un sitio, una comida y un trato de excelente. Si es que dos estrellas Michelin son por algo. Gracias por conseguir que nuestra boda haya sido tan especial. Me quito el sombrero ante la Romanée. Gracias.

Sitio espectacular, comida increíble, todo genial, buen trato, profesionales y te hacen sentir bien.

Nos casamos aquí hace casi un mes, y no pudo ser mejor. Un sitio estupendo del que tendremos siempre el mejor recuerdo.

Cuando nos embarcamos a preparar nuestra celebración estábamos en plena pandemia, pero La Romaneé nos tendió la mano e hizo de nuestra celebración la boda ideal. Organización perfecta, servicio insuperable, instalaciones maravillosas e ideales y comida exquisita. Una boda con muchas estrellas, sin ninguna duda. Gracias a todo el equipo por hacer de nuestro día, un día inolvidable.

No dudéis en absoluto en celebrar vuestro día en La Romanée. Todo cuidado al detalle. ¡Ceremonia (gracias Marga por el trato y por hacerlo tan emotivo), comida (la gente se enamoró del cóctel y del menú) y servicio (todos los camareros y el maître Rafa cuidaron el más mínimo detalle) espectaculares! Sin olvidar a Cristina, que nos lo ha puesto todo en alfombra roja desde el primer día. Gracias por hacer de este día, el mejor de nuestras vidas.

Casarse en tiempos de pandemia es tarea difícil y genera nervios e incertidumbre. Pero cuando tu día está en las mejores manos, solo tienes que respirar y disfrutar. Teníamos confianza plena porque La Romanée es como dice el titulo: la excelencia. Todo perfecto, la comida espectacular, el trato cercano y amable, el servicio impecable. Todo cuidado y mimado al detalle. Tuvimos que aplazar en un primer momento porque estábamos en pleno Estado de Alarma. En Cristina y Rafa siempre encontramos comprensión, cariño y facilidades. Hicisteis que nuestro día fuese perfecto y mágico. Gracias por hacer nuestro sueño realidad en vuestra casa.

Nos casábamos el 29 de agosto de este año en esta finca, llevábamos un año preparando la boda, con toda la ilusión del mundo, como cualquier pareja, nuestra situación era algo más complicada, ya que mi pareja y yo vivimos fuera de España. En un principio, teníamos 170 invitados, cubríamos perfectamente el número mínimo, ya que por contrato y el pago de exclusividad de la finca nos pedían un mínimo de 136 comensales; como era de esperar, con la situación del Covid tuvimos muchísimas bajas, hasta que, finalmente, nos quedamos en 60 invitados. Cuando volvimos a España en agosto (ya que por el Covid y el trabajo de mi pareja no pudimos volar antes), nos encontramos con la sorpresa de que la finca se marchaba de vacaciones hasta el 18 de agosto, lógicamente todo el mundo tiene derecho a vacaciones, pero con todos los problemas del Covid me esperaba al menos que alguien se quedara al cargo en la finca para poder atendernos, ya que aun así les informamos de las bajas que estábamos teniendo por email, y no obtuvimos respuesta ninguna.
Cuando conseguimos el día 19 reunirnos con ellos, y comenzamos a tantearles la situación que teníamos, eran todo inconvenientes, aquí empezaron los problemas. De primeras, nuestra boda era por la tarde, queríamos hacerlo al aire libre para que nuestros invitados estuvieran lo más tranquilos posible, y planteamos el pasar la boda a por la mañana, debido al cambio horario continuo (solo podíamos estar hasta las 00:30-01:00, tengo que decir que este cambio también nos lo ofrecieron ellos, pero todavía nos permitían el ocio nocturno hasta las 01:30-02:00, entonces, en un principio, continuamos con la boda por la tarde). Bueno, pues la sorpresa fue que cuando comentamos hacerlo por la mañana, resulta que tenían comidas de gente de fuera que no tenía nada que ver con nuestra boda, y que era imposible hacerlo al aire libre, ya que no reunían las condiciones oportunas para hacer la boda al aire libre, es decir:
- Teníamos que pagar el número de invitados fallados hasta llegar al número mínimo por exclusividad con la finca según el contrato (da igual con Covid o sin Covid).
- La exclusividad por la que les pagamos, y que pone en el contrato, se la pasan ellos por el arco del triunfo, y con tal de no palmar pasta, abren el restaurante a mediodía para que vaya gente de fuera a comer el mismo día de la boda (si exiges a los clientes cumplir el contrato, creo que vosotros tendríais que ser los primeros en llevarlo a cabo).
- No reúnen las condiciones para poder realizar la boda al aire libre a mediodía, tiene que hacerse sí o sí dentro del salón (deja mucho que desear esto, tratándose de un restaurante de dos estrellas Michelin).
- No nos devolvieron la señal del día de la boda, que fueron 1100 euros, ni tampoco la señal de los menús, que fueron 2200 euros.
Al ver que todo eran problemas, y no había ningún tipo de empatía por parte de ellos, y la única solución que daban era pasar la boda al año que viene, nos vimos obligados a 10 días de la boda a cancelarla.
Les explicamos por activa y por pasiva, y aun así así ellos lo sabían de sobra, que nosotros no vivíamos en España, que nos había costado muchísimo seguir adelante con la boda con todos los inconvenientes del Covid, cambios de vuelos, y que no podíamos permitirnos el pasar la boda al año que viene.
Señor M. S., deje usted de salir en televisión dando ejemplo de humanidad y empatía, y llévelo a cabo con sus clientes cuando no hay cámaras, ni focos, ni espectadores.

Un sitio perfecto para una boda perfecta. La Romanée es única y así salió nuestro enlace, ¡único! El detalle, la paciencia de sus dueños, el servicio, la comida... Una apuesta segura en la que nada se dejará al azar. Un 10 para todo el equipo. Sin duda, las de plata serán ahí.

Profesionalidad y cercanía de todo el personal. ¡No habría elegido mejor! Me tocó un día lluvioso, y jamas pensé que iban a estar tan atentos y preocupados por mí, me ayudaron en todo lo que estaban en sus manos. La finca es preciosa, lástima que no la pudiese lucir mejor. En cuanto a la comida, quedaron todos los invitados muy muy contentos, coincidiendo en el mismo comentario, ¡que no habían comido nunca tan bien en una boda! ¡El cochinillo de espectáculo! ¡No tengo ningún pero, ninguna queja! ¡Es más no sabría agradecer lo contenta que quedé y lo bien que se portaron! Recomendable 100%.

Es una casa con un jardín muy bonito, los camareros muy atentos y profesionales. No me gustaron las prisas por recoger.