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Bodas

La boda de Ángel y Rut: de una dulce pedida de mano a un romántico enlace

Un mismo pueblo leonés vería crecer la amistad y el amor de Ángel y Rut. Después de quince años sabiendo el uno del otro, ambos jóvenes empezaron a conocerse todavía más y, finalmente, se dieron el "sí, quiero" en un enlace lleno de romanticismo.

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Ana Mata

El pueblo en el que vivía Rut y veraneaba Ángel es el lugar que vio crecer la especial complicidad entre ambos jóvenes. No obstante, no sería hasta pasados quince años de conocerse –y gracias a una serie de circunstancias que les llevarían a entablar más amistad– cuando ambos fueron conscientes de aquello que sentían realmente el uno por el otro.

Tras frecuentar los mismos lugares e intercambiar varios mensajes, Ángel y Rut comenzaron una bonita relación de amor que duraría más de diez años. Pasado ese tiempo, por fin dieron el gran paso: contraer matrimonio en un enlace romántico e inolvidable.

Un pedida de mano muy dulce

Para su cumpleaños –el 9 de mayo de 2015– Rut invitó a varios amigos a casa, sin saber que iba a celebrar mucho más... Ángel escondió un anillo de compromiso en el interior de la tarta que Rut había elaborado y que, después de soplar las velas, justo en el momento del corte del pastel, sacó de su interior.

Sin embargo, los amigos de la pareja se fueron si saber una respuesta, pues entre nervios y vergüenza por el gran momento la joven apenas podía articular palabra. No obstante, no cabía duda: la decisión de Rut fue un rotundo "¡sí!".

Un romántico y rústico "sí, quiero"

Deseosos de celebrar una boda romántica y de estilo rústico, Ángel y Rut apostaron por el monasterio de San Miguel de Escalada, situado en el precioso municipio de Gradefes (León) –y del que solo se conserva la zona del templo–, para llevar a cabo su ceremonia.

Monumento nacional desde 1886, el monasterio se vistió para la ocasión con un sinfín de flores sujetas gracias a unas esferas de madera; una decoración sencilla y campestre que encajaba a la perfección con todo lo que los novios deseaban para su gran día.

El Molino de los Ajos –gestionado por el hotel Conde Luna–, un lugar rodeado de naturaleza y con esa esencia rústica que los novios querían para su boda, fue el lugar escogido para el banquete nupcial y la posterior celebración. Con una decoración sencilla y rural, en la que destacaron pequeños detalles elaborados con maderas, palés, pizarras, telas, cestos de metal envejecido y mimbre, cordel y flores –entre un sinfín más de objetos de esencia rústica–, el romántico escenario de Ángel y Rut cobró una belleza única y llena de personalidad.

También destacaron los detalles artesanales que los novios ofrecieron a sus invitados, como mermeladas –hechas y decoradas por la hermana del novio– y zapatillas de esparto.

Novios espectaculares

Ambos novios lucieron radiantes en su gran día. Así, Ángel apostó por un semi chaqué azul oscuro, de Caramelo, un chaleco azul claro y camisa blanca. También lució junto al padrino de la boda un prendido con flores secas elaborado por Campo y Jardín

Por su parte, la novia optó por un precioso vestido de Luna Novias y por un ramo de tela de yute con una concha –a juego con el prendido del novio y la corona de flores que ella misma lucía–, de nuevo elaborado por Campo y Jardín.

Instantes llenos de emoción

Se trató de una boda sencilla y personal, en la que amigos y familiares de ambos enamorados se entregaron por completo. Destacan momentos tan emotivos como el vivido durante la ceremonia, cuando el cura –amigo íntimo de la familia de la novia– sacó unas hojas en las que él mismo había redactado la ceremonia y su manera de ver el matrimonio; una grata sorpresa que nadie esperaba –mucho menos los novios– y que creó un instante absolutamente emotivo. 

La cercanía de la gente, esos momentos en los que todos bailaban con todos sin importar la diferencia de edad... Todo hizo que el enlace fuese absolutamente inolvidable.

Hablamos de momentos de los que el equipo fotográfico de Ana Mata pudo hacerse eco, reflejando en cada una de sus fotografías la magia del ambiente y el amor más nítido de la pareja. No perdáis detalle de un reportaje nupcial único, y del que fue uno de los días más importantes en la vida de Ángel y Rut: su preciosa boda.

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