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Luna de miel en la Bretaña francesa: 5 'tips' imprescindibles

¿Os apetece descubrir unos de los destinos más bellos de Europa en vuestra luna de miel? La Bretaña francesa os espera con sus paisajes únicos, sus playas de ensueño, sus pueblecitos medievales y sus castillos y fortalezas. ¡Sucumbid a su hechizo!

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¿Buscando posibles destinos para vuestro viaje de novios? Tras meses y meses de preparativos, llega el momento de empezar a pensar en esos maravillosos días de merecido descanso los dos solos. Si aún no habéis decidido donde queréis ir, os adelantamos que Europa esconde uno de los lugares más espectaculares que os podáis imaginar. Hablamos de la Bretaña francesa, un pequeño paraíso, a menudo desconocido, con paisajes de gran belleza y lugares llenos de encanto. ¡Y al lado de casa! Os descubrimos 5 tips que no podéis perderos de este increíble destino. ¡Disfrutad de su magia!

Un paraíso secreto

La Bretaña es una región maravillosa y de extraordinaria belleza, situada al noroeste de Francia. Un destino idílico, en el que encontraréis por igual pueblecitos medievales encantadores y una naturaleza única. No os faltarán deslumbrantes paisajes abiertos al océano ni bosques repletos de leyendas, como los de Brocelianda, en el que según cuenta la leyenda vivieron el mago Merlín, la hada Viviana y el caballero Lancelot, y donde podréis disfrutar del valle del Nunca Volver con su estanque mágico del Espejo de las Hadas o de la fuente de la Juventud. ¡No os perdáis la Bretaña francesa con sus rutas!

1. Bretaña francesa: pueblos muy románticos

La Bretaña francesa os encantará con sus pueblecitos medievales de cuento de hadas. No os perdáis Fougères con la fortaleza más grande de Europa, sus maravillosas calles adoquinadas, sus construcciones medievales, su iglesia de Saint-Sulpice y sus jardines de Val Nançon. ¡Impresionantes! Dinan es otro destino imprescindible, con sus casitas de colores y entramados de madera, sus casi 3 kilómetros de murallas y su pintoresca calle de Jerzual. También os sorprenderá Vannes, con su casco antiguo y con una de las murallas mejor conservadas de Francia (del siglo XIII); Vitré, una increíble población medieval con castillo y murallas; el idílico pueblecito de Josselin, situado a orillas del río Oust y muy vinculado a su castillo; Combourg, con su majestuoso castillo medieval; y Rennes, con sus delicadas casas de colores y artesonados de madera. Los pueblos de la Bretaña francesa son increíbles. ¡No os los perdáis!

2. Recorrer el mágico sendero de los Aduaneros

El sendero de los Aduaneros o GR®34 es una ruta que serpentea por toda la costa de Bretaña, junto al océano, con paisajes y vistas de postal. Un trayecto que discurre entre Saint-Nazaire –cerca de Nantes– y el mismísimo monte Saint-Michel –en la frontera con Normandía–. Por el camino os esperan lugares maravillosos, como Costa Esmeralda; la Costa del Granito Rosa con sus rocas de colores; la punta de Finisterre; la maravillosa península de Crozon; la costa de Cornouaille; la Punta de Raz, de belleza salvaje, que marca el punto más al oeste de Francia; el golfo de Morbihan; los cabos Erquy y Fréhel, con sus acantilados de arenisca rosa, y los acantilados de Plouha, los más altos de la región. ¿Qué más ver en la Bretaña Francesa? No os perdáis Belle-Île-en-Mer, la mayor de las islas bretonas con sus playas de fina arena. ¡Un recorrido maravilloso!

3. Perderse en sus idílicas playas, islas y piscinas naturales

La Bretaña francesa esconde localidades tan pintorescas, como Saint-Quay-Portrieux, que se abre a los acantilados de la bahía de Saint-Brieuc y donde os podréis bañar en sus espectaculares piscinas naturales o en algunas de sus playas, como la de la Comtesse. También vale la pena que visitéis la isla de Bréhat cerca de Paimpol (solo podréis desplazaros en bicicleta) y la isla de Batz, frente a Roscoof. Y entre algunas de las playas para desconectar están, sin duda, las de Bas Sablons, St. Père, Anse Solidor o Bon Secours, que descubriréis en Saint-Malo y Dinard, o las situadas en Trégastel, Plouescat, Paimpol, o Saint-Michel-en-Grève.

4. Bretaña francesa: viaje idílico surcando sus canales

Además de descubrir la Bretaña francesa en coche, podréis hacerlo navegando por sus ríos y canales. Así, podréis pasar románticas jornadas navegando por el canal de Nantes a Brest de 364 kilómetros de longitud y 328 esclusas, y por el canal de 79 km que une el maravilloso pueblo de Dinan con Vilaine: d'Ille-et-Rance.

5. Contemplar sus preciosas puestas de sol

No os perdáis los atardeceres bretones con sus maravillosos juegos de luz. En la costa de Granito Rosa, concretamente desde el faro del pueblo de Ploumanac'h, os esperan puestas de sol realmente idílicas y perfectas para disfrutar en pareja durante la luna de miel. ¡Maravillosas!

¿Preparados para descubrir el embrujo de un destino repleto de magia? La Bretaña es siempre un lugar ideal para visitar, pero seguro que su romanticismo, su belleza y sus numerosas posibilidades de ocio os enamorarán por completo durante vuestro viaje de novios. Será una experiencia única que os dejará recuerdos imborrables. ¡Sin duda!

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