Ir al contenido principal
Bodas

Casarse en tiempos revueltos

La difícil situación económica que viven muchas parejas provoca que la organización de la boda se vaya aplazando a una fecha indeterminada. Nosotros os animamos a casaros ajustando el presupuesto a una ceremonia modesta.

 

Vivimos una época realmente complicada. Son momentos en los que todo cuesta el doble: trabajar (o encontrar trabajo), llegar a final de mes y, en definitiva, vivir. Y, obvio, también cuesta el doble casarse. Por un montón de circunstancias, pero básicamente, por una cuestión económica.

Pero hoy, desde aquí, me gustaría alentaros a que le perdáis el miedo al miedo y desafiéis a la lógica y al sentido común. Si os queréis, si no hay nada en este mundo que os haga más ilusión que formalizar esa unión, ¡casaos! ¡Hacedlo! Quizás sea bueno recuperar aquellos tiempos en que se casaban nuestros padres. Lo hacían, en su mayoría, con una mano delante y otra detrás. Con dos duros y con lunas de miel en Mallorca o Las Canarias. Pero eso era lo de menos: lo importante era casarse; primaba el qué por encima del cómo.

 

Con Luz Propia Producciones Audiovisuales

 

Hoy en día está de moda hacerlo todo a lo grande: da la sensación de que o te casas en una finca de 8.000 euros de alquiler y ante 200 invitados o lo tuyo no es una boda sino un guateque. Parece que si no te vas de viaje a Tahití o a Bali, tu luna de miel es una luna de hiel. Y no, amigos.

Si os podéis permitir una boda a lo grande, adelante; a fin de cuentas, sólo se vive una vez, la vida son dos días y uno llueve. Pero, aunque vuestro presupuesto sea más modesto podéis casaros igual. Con menos lujos y menos historias, pero os casaréis. Y vuestro matrimonio valdrá lo mismo que el de los que se casaron a lo grande.

¡Que tengáis unas felices fiestas!

 

Foto 1: Fotocreativos

Foto 2: Con Luz Propia Producciones Audiovisuales