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Bodas

Hoy desayunamos con los recuerdos de la boda

La vuelta a la realidad y al día a día después de casarse siempre es dura. Atrás queda la lista de tareas por hacer y el viaje de novios tan esperado. Toca empezar de nuevo. Pero, ¿y si lo hacemos acompañados de recuerdos del gran día?

El otro día una persona vinculada al mundillo de las bodas me contó una idea de esas que son buenas, bonitas y baratas. Y, por encima de todo, originales, efectistas y de las que dejan huella en los novios. Lo mismo no os descubro nada nuevo, pero personalmente es algo que no había visto nunca. La podríamos bautizar como algo del tipo “Hoy desayunamos con…”.

Se trata de que montéis, en uno de esos rincones de los que hablamos semanas atrás, un bodegón con unos papeles monos, finos y fácilmente manipulables. Junto a ellos, dos recipientes decorados con un poquito de gracia, uno repleto de terrones de azúcar y el otro vacío, y unas instrucciones que digan, por ejemplo, lo siguiente: coge tu papel, pon tu nombre, déjanos un breve mensaje, envuelve tu terrón y deposítalo aquí. ¿Y todo esto para qué? Es bien sencillo.

Una vez haya terminado la boda, regreséis de la luna de miel y todo vuelva a la cruel normalidad, esos terrones de azúcar serán vuestra pequeña dosis diaria de buen rollo y positivismo. Cada mañana, cuando desayunéis, iréis a por ese café tan necesario para empezar bien el día. A la hora de poner el azúcar, abriréis vuestro terroncito y allí encontraréis un bonito mensaje que os dejó el día de vuestra boda la prima de Logroño o ese compañero del trabajo. Es una inmejorable manera de coger fuerzas para afrontar el día y, del mismo modo, cada mañana tendréis presente el mejor día de vuestras vidas. ¿Qué os parece? ¿Fácil y guapo, no?