No sólo la ubicación es absolutamente impresionante, sino que además el servicio es de lo mejor que se puede encontrar. El espacio habla por sí mismo, pero además de eso, Filipe, el director de La Capilla, fue el organizador de eventos más amable, profesional, flexible y agradable. Una boda suele ser un evento estresante de organizar, pero cuando se trataba del lugar, sabíamos que todo estaría preparado y exquisitamente hecho, y así fue. Filipe trabajó con nosotros en los presupuestos, el calendario, los menús, la organización y la decoración, por nombrar sólo un puñado de cosas, transmitiéndonos mucha tranquilidad y confianza. Cualquier idea que teníamos era recibida con ánimo y buenos consejos, lo que nos hizo sentir que estaba realmente involucrado en nuestra celebración y en hacerla única. Al fin y al cabo, una boda es un día de muchos recuerdos maravillosos con la familia y los amigos, y siempre recordaremos a Filipe y a su equipo como una parte integral de nuestro día especial. Por supuesto que recomendamos el Hotel Pamplona Catedral, y a Filipe y su personal en particular, ya que el día más especial de nuestras vidas fue absolutamente perfecto.
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Not only is the location absolutely stunning, but the service is also the best you'll find. The space speaks for itself, but on top of that, Filipe, the director of La Capilla, was the kindest, most professional, flexible and personable event planner that we've ever had the opportunity of meeting. A wedding is usually a stressful event to organize, but when it came to the venue, we knew that everything would be taken care of and exquisitely done, and it was. Filipe worked with us on budgets, timing, menus, organization and decoration, to name just a handful of things, all the while making us feel special and putting our minds at ease. Any idea that we had was met with encouragement and sound advice, which made us feel that he was really invested in our celebration and making it unique. Ultimately, a wedding is a day of many wonderful memories with family and friends, and we will always remember Filipe and his team as an integral part of our special day as well. We cannot stress enough how much we recommend Pamplona Catedral Hotel, and Filipe and his staff in particular, for making the most special day of our lives absolutely flawless.

Todo parecía bonito. En las reuniones anteriores a la boda todo iba bien. Llegó el día y pareció, al menos daba esa sensación, de que todo lo hablado no quedo claro desde el primer minuto. La comida se sirve, que yo sepa, primero, mesa nupcial y después invitados, pues en este caso fue al revés. No se pudo realizar el baile nupcial porque no se advirtió (antes de sentarse en el banquete), que todo el mundo al terminar debía permanecer en sus sitios hasta nueva orden. Llegó la noche y se nos prometió una suite, y resulta que la suite fue una habitación normal y corriente. Y a fecha actual estamos esperando para poder disfrutarla. Se perdió un abanico con un valor personal importante de una invitada y se lo comuniqué al responsable, me dijo que iba a mirar y seguimos esperando. No sé si se recogieron todos los papeles y pergaminos de la ceremonia, pero a mí me faltan.

Empecé hablando con el dueño del negocio derivándome este a otra persona y está persona a otra más, me dio la impresión de que no todos estaban al tanto de todo. Finalmente la que llevó todo el tema de comida fue una chica, encantadora por cierto, con ella fue todo muy fácil y nos ayudó mucho. Mi boda fue tipo cóctel, pero si me tuviese que casar otra vez esta elección no la elegiría. La gente se quejó de que el precio era muy elevado para lo que se sirvió, ojo que no se quedaron con hambre y lo servido estaba bueno. También se quejaron en cuanto al trato de alguna trabajadora, y no sirvieron el postre de los niños (luego lo descontaron del precio del menú infantil). En resumen, no me volvería a casar ahí.

Grandes muy grandes. Todo en su sitio el día de la boda. Maria y Felipe, inmensos en cada detalle. Gracias a todos.
¡Gracias Antonio!

La primera vez que entré al hotel me enamoró, realmente lo que me enamoró fue la capilla. Una capilla entera de blanco con su coro, era espectacular. Yo me veía ahí casándome y sabía hasta cómo quería decorarla. Al principio, todo el mundo era majísimo y no sabían qué hacernos hasta que... Firmamos el contrato y pagamos la fianza. A partir de ese momento fatal. Tanto mi marido como yo queríamos dejar casi todo zanjado antes del verano, nada más por los trabajos que teníamos y no había manera de podernos contactar con ellos (no contestaban los correos, ni los WhatsApp o si no contestaban al cabo del tiempo). Si hicimos la degustación del menú, fue porque directamente les pusimos que tal día íbamos a probar el menú. No sabíamos a quién dirigirnos, porque primero nuestra boda la iba a llevar un chico, luego nos pusieron a otro (que ni lo conocimos) y al final se puso en contacto con nosotros el director. Total, que ni uno ni otro. A un mes de nuestra boda y super enfadados, nos escribió el primer chico que nos atendió y quería en 3 días organizar toda la boda. Llegó el gran día, la ceremonia increíble y super emotiva (la realizaron nuestros hermanos) y la capilla espectacular (puse un arco con flores naturales), el momento del banquete.... Sin comentarios (super lentos).

Un restaurante precioso, contamos con varios espacios distintos a lo largo del día; los invitados quedaron encantados. La comida, deliciosa, sobre todo el aperitivo, de calidad, variado, buena presentación y sabor. Eso sí, tardaron un poco en sacar los platos, y eso que era una boda pequeña, pero por lo demás todo genial.
Si hay que poner un "pero" éste sería a la atención comercial. Se adaptan a todo lo que pides, pero cuesta contactar con ellos, cambian de interlocutor constantemente, es difícil quedar, que te respondan dudas y hay que repetirles las cosas varias veces.

Desde el primer momento queríamos celebrar nuestra boda allí, el sitio nos encantaba y la atención en un primer momento fue buena.
Conforme se fue acercando la fecha, la calidad del servicio empezó a bajar. No nos respondían a los mensajes o lo hacían tarde y con monosílabos, querían hacernos la degustación en otra instalación que no era el restaurante, pero todo iba saliendo como nosotros queríamos.
El día de la boda todo fue correctamente, salvo que la única petición que hicimos sobre la bodega, la única, era que hubiera frizzante ya que mucha gente nos lo había pedido. Y cuando nosotros llegamos al cóctel de hacernos las fotos nos dijeron que ya no quedaba.
Luego ya con el segundo plato aparecieron más botellas en alguna despensa, pero ya era muy tarde.
El día después de la boda nadie podía acceder a donde habíamos guardado el ramo de novia que queríamos llevar al día siguiente a secar. Quedaron en dárnoslo al día siguiente. Al día siguiente nadie podía entregárnoslo (nos decían que estaba en una cámara refrigerada de restaurante y que el personal de hotel no tenía acceso allí) y después de enfadarnos conseguimos que alguien nos lo diera (eran flores muy sensibles que si dejábamos un día más quedarían inservibles).
Después de esto, a la vuelta del viaje, pagamos la factura (todo según lo presupuestado) y quedamos en hablar con ellos para recoger todo lo que quedó allí (photocall, un cuadro con huellas de los invitados, etc.) y después de varios mensajes y varios correos nadie nos dice nada para quedar allí y que nos devuelvan nuestras cosas. Además nosotros tenemos unos horarios muy complicados y por ello no podemos ir sin cita y que nos digan que no está la persona responsable y todas esas cosas que nos han dicho otras veces.

La comida fue buenísima, el salón de la ceremonia precioso y el local para la fiesta era perfecto. Además el trato fue exquisito y nos ayudaron muchísimo para personalizar nuestra boda.

Victor y yo nos casamos el anterior sábado, 20 de octubre del 2018, fue un día espectacular, inolvidable. La gente disfrutó muchísimo y nosotros también. La organización estuvo en las mejores manos, desde el inicio Aitor Molina dedicó su tiempo a resolver todas nuestras dudas, sugerencias y detalles del gran día. Su trato personal y profesional transmite confianza y seguridad. Personalmente recomendamos sin duda celebrar cualquier evento especial en Pamplona Catedral Hotel, un lugar precioso en el centro de Pamplona. El servicio completo fue sobresaliente. Gracias por todo, ¡recordaremos este día para siempre!

Yo quería una boda temática muy especial y sabía exactamente cómo lo quería todo y en el hotel Pamplona Catedral me dieron todo tipo de facilidades. El trato fue perfecto. Es un lugar completamente recomendable y precioso.

Un lugar maravilloso en todos los sentidos para organizar tu boda. El trato es inmejorable. Se adaptan a ti y a tus necesidades, ofreciéndote una variedad de propuestas. La información es clara desde el principio. Profesionales y buenas personas que se molestan para que todo salga excelente, antes, durante y después de la boda. Sin duda, ha sido la mejor elección que hemos podido tomar.
Además el lugar es precioso, céntrico. Mis invitados estuvieron encantados.

Celebramos nuestra boda civil a finales de noviembre de 2017. Nos la prepararon completa: ceremonia, aperitivo, comida, baile... Y salió todo perfecto. La verdad es que todo fueron facilidades por su parte, tanto cuando contactamos con ellos, como a la hora de prepararla, y sobre todo ese día. Nos facilitaron contactos de maestros de ceremonia, grupos de música, dj, fotógrafos... ¿Quién dijo que montar una boda es costoso? El sitio es super especial, porque es una antigua capilla completamente blanca. Tienen un porche precioso en la entrada principal, en el que pusieron una barra para que la gente tomase algo durante las fotos de grupo. El aperitivo lo elegimos importante, con muchos platos, y la verdad es que todo estaba delicioso. También nos pusieron una mesa especial con sushi, otra con quesos y un cortador de jamón. Todas ellas especialmente decoradas. La comida también estaba de muerte, el cordero y la merluza simplemente perfectos. Y el baile, pues genial, de nuevo en la capilla, con una zona de baile, sillas para que otra gente pudiera estar sentada, candy bar, las copas las ponen en una zona lateral, donde puedes tomar algo y hablar más tranquilamente. La verdad es que no podemos estar más contentos con ellos. Así de simple. Mi próxima boda ahí la hago.

Nuestra boda era pequeña y en el salón de La Capilla quedó perfecta. La cena y el aperitivo fueron un éxito entre nuestros invitados. El maitre y los camareros fueron muy profesionales y nos hicieron sentir muy tranquilos en todo momento, por lo que disfrutamos muchísimo de todo sin preocupaciones.

¡Todo perfecto! Felipe es un amor, te hace todo muy fácil y cualquier problema, duda o sugerencia, él te la resuelve muy bien y rápido. Nosotros hicimos ceremonia, aperitivo, banquete y baile. Todo ahí y todo genial. La comida buenísima, el tracto excelente, la decoración preciosa, todo cuidado al detalle. Fue un día inolvidable y precioso y en parte por profesionales como los del Hotel Pamplona Catedral. ¡Gracias Felipe! Siempre estarás en nuestros corazones.

Nos casamos el día 6 de mayo y fue un día que recordaremos siempre, y en gran parte gracias al gran equipo del hotel Pamplona Catedral. Agradecer el trato y profesionalidad de Felipe y Patricio en especial, pero a todo el equipo en general. La organización de la ceremonia, perfecta; el aperitivo, delicioso; la comida exquisita; y el baile y organización de espacios para no olvidar. Solo queda decir que los invitados salieron encantados, y que si nos volviéramos a casar lo volveríamos a hacer allí sin pensarlo. Recomendado 100%.