Masías Alboraya

A orillas del mar Mediterráneo se alza un municipio conocido más allá de sus límites por su increíble tesoro: la horchata. Muchos desconocerán el hecho de que Alboraya sea la cuna de esta refrescante bebida veraniega, pero para nadie pasa desapercibida la extensa lista de innumerables encantos que esta pequeña localidad valenciana esconde en su interior.

Sus bonitas playas de arena blanca complementan el encanto bucólico de su centro histórico, a la vez que una incipiente modernidad se mezcla con su marcado carácter tradicional dando como resultado una amalgama de personalidades que aporta valor a su identidad.

El nombre de la comarca que da cobijo a esta población sirve como anticipo de lo que encontraréis en estas tierras si os decantáis por ellas para vuestro esperado gran día. Extensas huertas cubren todo el territorio haciendo gala de la importante influencia rural de esta región. Grandes plantaciones de chufa custodian un núcleo urbano en el que podréis encontrar un destacado patrimonio famoso por edificaciones tan aclamadas como la iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora.

Las barracas y las alquerías que presiden estos contextos se han convertido con el paso de los años en incomparables espacios para vuestra boda de ensueño. Sus características fachadas blancas y sus tejados a dos aguas son la antesala de amplias estancias marcadas por la esencia de su entorno que, además, ofrecerán unas vistas increíbles a puntos tan emblemáticos como el Carraixet o la playa de Alboraya.