Desde que el Covid llegó para fastidiar nuestras vidas y nuestras bodas los debates más cotizados han sido el de qué pasaría este año, si íbamos a continuar con nuestras bodas, aplazar si o no y como vemos la situación para 2021, incluso debates con la idea de posponer para 2022!
Para determinados temas es de gran ayuda saber la opinión de otras novias, os gusta desahogaros o mostrar vuestras experiencias con proveedores o en vuestro día pero los debates con este tipo de dudas creo que no ayudan para nada. Cada novia bajo su criterio va a dar su opinión de una manera u otra y al final creo que se pueden sacar pocas conclusiones.
Lo que digo siempre es que el virus nos ha dejado claro que hay que pensar en el hoy y que planear a largo plazo es algo casi imposible por lo que no merece la pena vivir angustiadas y con dudas. Las que ya me conocéis sabéis que defiendo a muerte las bodas de siempre, que aplacé porque no quería hacer una boda con restricciones de horario o de aforo, no quiero una boda de día, quiero una boda de noche con fiesta hasta el amanecer y sin tener que renunciar a mis 350 invitados pero preguntarme que va a pasar dentro de ocho meses no me va a solucionar los problemas.
En mi caso no voy a volver a aplazar, nos sentiríamos ridículos, hace tiempo que nuestras ganas se fueron de paseo y que si no fuera por lo que ya hemos invertido (que es mucho) hubiéramos dicho hasta luego. Esto se ha convertido en un losa sobre nuestras espaldas así que como hemos decidido seguir sea como sea es tontería atormentarnos, todo lo tenemos paralizado y llegado el momento ( un par de meses o incluso un mes antes) organizaremos o reorganizaremos como podamos (sí,conformismo).
Resumiendo, vivir día a día de manera responsable (que luego las culpas van para el Gobierno), si lo tenéis claro adelante y si no pues cambiar la fecha pero quién quiera saber que va a pasar en 2021... lo tiene chungo la verdad.
Como irremediablemente van a seguir llegando más debates así mi consejo es Keep, Calm y chupitos, muchos chupitos!