Celebramos aquí nuestra boda el pasado mes de abril para 45 personas. Reservamos el espacio de la terraza acristalada y es justo decir que salió todo a pedir de boca.
Preparamos un menú y un pequeño cóctel con la ayuda de Víctor, que nos guió en todo momento y la comida fue espectacular, recibiendo felicitaciones por parte de todos los invitados.
Incluso días después de la vuelta del viaje, muchos nos recordaron lo bien que comieron.
El espacio nos encajó como anillo al dedo y estuvimos super a gusto. El techo de cristal da la luminosidad de estar al aire libre pero protegidos de una posible lluvia de abril y perfectamente climatizado.
El equipo de camareros funcionó a las mil maravillas, demostrando una profesionalidad y un trato a los comensales digna de destacar.
Víctor nos dio total confianza desde que le conocimos y nos fue aconsejando en todo momento con sus recomendaciones. Que todo saliera perfecto fue en gran medida por él y el equipazo que tiene detrás.
Sólo podemos estar agradecidos por lo bien que salió todo y lo contento que quedó todo el mundo.
¡Muchos nos han dicho que cuándo volvemos (aunque no se case nadie)!

Imprescindibles: ensaladilla de bogavante, buñuelos de bacalao, solomillo Trasgu y tarta Trasgu (crema mascarpone y manzana, increíble).

El 7 de octubre celebramos nuestra boda en este restaurante. Mejor sitio imposible: lugar, comida, calidad y sobre todo, el trato y la atención. Un placer y un gusto.