Todavía se me pone la piel de gallina al recordar nuestra boda en Gasterea. Desde el primer momento supimos que era nuestro sitio. No queríamos una boda de salón impersonal, sino un lugar con alma, con esa mezcla de cercanía, buena comida y elegancia sin pretensiones que tan difícil es encontrar… y Gasterea lo tiene todo, gracias al admirable trabajo de Asun, Vanesa, Olivia y todo el equipo, que pusieron tanto empeño en materializar nuestros deseos.

La atención fue exquisita desde el minuto uno. Nos ayudaron con cada detalle, adaptándose a nuestros gustos y presupuesto, y nos hicieron sentir como en casa. El día de la boda fue sencillamente perfecto: el ambiente cálido, las mesas decoradas con mimo, la iluminación acogedora… y ese jardín encantador que nos regaló unas fotos preciosas al atardecer.

Pero si hay algo que todos nuestros invitados siguen recordando, es la comida. Una auténtica fiesta para el paladar. Platos caseros, de esos que saben a tradición, pero con una presentación y un toque moderno que sorprendió a todos. Los entrantes fueron abundantes y cuidados al detalle, y el menú principal estaba cocinado en su punto, con ese sabor de verdad que solo se consigue cuando hay cariño en la cocina.

Lo que más me emocionó fue sentir que todo el equipo disfrutaba con nosotros. No era solo un evento más: se notaba que querían que todo saliera bien. Y salió incluso mejor de lo que imaginamos.

Si tuviera que volver a elegir dónde celebrar nuestro “sí, quiero”, no dudaría ni un segundo: Gasterea fue el escenario perfecto para el día más feliz de nuestras vidas.

Mi mujer y yo elegimos Gasterea para celebrar nuestra boda, y sólo puedo decir que fue una decisión de 10. Desde el primer contacto con su equipo hasta el último baile, todo fue impecable. Lo recomiendo sin el menor atisbo de duda.

Nada más llegar ya te das cuenta: un enorme jardín, terrazas al aire libre, una decoración cuidada que mezcla elegancia y naturalidad. El cóctel lo hicimos bajo unos árboles magníficos, con vistas al césped y al cielo que se tornó de un azul precioso.
Los salones interiores tienen grandes cristaleras, de modo que la luz entraba de forma muy natural, una ventaja para la boda de tarde que hicimos.

Desde la visita inicial, la persona que nos acompañó (¡gracias Asun!) mostraba una disponibilidad absoluta: respondió todas nuestras dudas, adaptó espacios, sugirió detalles de decoración, se aseguró de que tuviéramos barra libre, DJ, zona de baile… El día D, Olivia estuvo permanentemente pendiente, los camareros fueron discretos y eficaces, y se percibía que el equipo trabaja con la mentalidad de “vamos a conseguir que los novios disfruten sin preocuparse”.

En nuestro caso, se notó muy especialmente que escucharon cada petición previa (dietas, alérgicos, niños invitados) y que no hubo “sorpresas de última hora”.

La carta es mediterránea, con productos de temporada, carnes a la brasa, pescados, entrantes muy cuidados.

Durante el banquete nos ofrecieron la opción de elegir (o adaptar) el menú de eventos que tienen, con barra libre incluida.

Nuestros invitados no pararon de comentar lo bien que comieron: el entrante, el principal, el postre, todo con sabor y presentación. Además, el cóctel de bienvenida fue elegante y generoso: pequeños bocados, buen ritmo, buen servicio.

Para nosotros, uno de los “momentos top” fue el plato principal que llegó en su punto, acompañado de un buen vino de la casa.

En definitiva: la comida estuvo a la altura del entorno y del momento.

Un gran valor añadido de Gasterea es que puedes celebrar la ceremonia civil allí mismo (tienen zona ajardinada, terrazas, carpa…).

Nosotros empezamos con la ceremonia al atardecer en el jardín, luego cóctel al aire libre mientras se hacía el salón para la cena, y finalmente la barra libre + DJ en zona habilitada para el baile. Todo fluyó sin que tuviéramos que “coger el micrófono” para nada.

La barra libre fue fluida, los camareros servían con agilidad, y el DJ supo leer al público (la música cuando tocaba, el volumen justo, los descansos para beber). Totalmente recomendable.

Lo que más me llamó la atención fue cómo con pequeños toques la finca transmite elegancia sin resultar pretenciosa. Mesas bien vestidas, centros florales que combinaban con el entorno, iluminación cálida al caer la tarde, y zonas exteriores que invitaban a pasear, conversar, hacer fotos.

Nuestros invitados se quedaron encantados: comentaron la comodidad, lo bonito del lugar, lo bien pensado que estaba cada espacio (desde el guardarropa, hasta la pista de baile).

También es destacable que la finca permite personalización: tú defines parte de la decoración, música, distribución, y el equipo te ayuda a hacerlo realidad.

¿Contras? Sinceramente, muy pocas. Solo señalaría que, dado que es un entorno con jardines, si hubiese lluvia quizá habría que asegurarse de tener el plan B interior (pero esto es común a cualquier espacio de exterior y Asun lo tiene completamente controlado).
En resumen: ninguna incidencia reseñable que nos afectara.

Que alguien diga “lo volvería a hacer” es el mayor de los cumplidos: pues bien, lo volveríamos a hacer sin dudarlo.

Para una boda que buscaba conjugar entorno, gastronomía, buen servicio, diversión y comodidad para invitados, Gasterea cumplió de sobra. Nos permitió centrarnos en disfrutar, más que en estar pendientes de logística.

Lo recomendamos plenamente para quien quiera un evento de categoría en Madrid (o alrededores) sin perder la cercanía y calidez que hace que el día se sienta verdaderamente propio.

Gracias equipo de Gasterea por regalarnos uno de los días más memorables de nuestras vidas.

La boda que imaginábamos… y Gasterea la hizo realidad”

Teníamos muchas expectativas y una idea muy clara de lo que queríamos. Gasterea no solo lo entendió, sino que transformó cada propuesta en algo aún mejor.
La flexibilidad del equipo fue admirable: escucharon, propusieron alternativas y ejecutaron todo con precisión y gusto. La decoración, la música, la comida… todo se integró a la perfección.
La cocina fue sobresaliente: creativa sin ser pretenciosa, abundante sin caer en lo pesado. Fue una boda elegante, armoniosa y plenamente disfrutada.

Desde el primer encuentro, el equipo de Gasterea entendió exactamente lo que queríamos: una celebración cuidada, sin dejar nada al azar. Nos ofrecieron soluciones a cada idea que planteábamos, con una disposición admirable y un gusto impecable.
El resultado fue un día precioso, organizado con precisión, pero sin rigidez. La cocina fue sobresaliente: platos abundantes, equilibrados y con ese punto de sofisticación que elevó todo el evento.
Más que una boda, fue una experiencia perfectamente orquestada.

Celebramos nuestra boda en esta finca en septiembre y, sinceramente, la experiencia fue muy decepcionante.

La ceremonia civil comenzó a las 18:00, pero varios invitados llegaron antes y quisieron comprar bebidas. El personal dijo que no podían vender nada porque había otros eventos, lo que resultó muy incómodo.

Durante la cena, nuestros músicos en directo (de los cuales la finca estaba informada) fueron interrumpidos por un dueño que nunca habíamos visto, quien les quitó el micrófono y les exigió bajar el volumen porque se quejaban desde otra sala. Incluso llegó a amenazarlos con echarlos si no lo hacían, por lo que no pudieron tocar durante la cena. Más tarde, les arrancaron los cables del micrófono en lugar de permitirles recoger su equipo con calma, algo totalmente inapropiado y fuera de lugar.

Cuando hablamos con la encargada, nos dijo que si queríamos la finca en exclusiva teníamos que pagar 5.000 € más, además de un suplemento por los músicos (que eran nuestros invitados). Esa información nunca fue mencionada antes y nos pareció muy poco profesional.

Durante el baile, el aire acondicionado estaba a 27 °C y, a pesar de pedir que lo bajaran, solo lo ajustaron a 26 °C, por lo que pasamos muchísimo calor. Además, aunque la reserva era hasta la 01:00, uno de los camareros siguió a un invitado hasta el baño diciendo que ya estaba cerrado, algo completamente inaceptable.

Para colmo, durante nuestra ceremonia civil en el jardín, otro evento en la sala contigua tenía las ventanas abiertas y hacía ruido, pero nosotros no nos quejamos, entendiendo que compartíamos el espacio.

El comportamiento de los encargados fue muy poco profesional y nada empático, especialmente considerando que se trataba de una boda con un contrato firmado y una inversión importante.
No recomendaríamos esta finca para celebrar un evento tan importante.

Todo según lo acordado, no hubo sorpresas de ningún tipo. La comida espectacular, como habíamos visto en otras visitas. El trato fantástico y personalizado, con mucha atención en los detalles y con mimo en todos ellos. Fueron flexibles a la hora de la organización, era una boda pequeña y fue de los pocos que no pusieron trabas ni un numero exagerado de invitados mínimos. Trato cercano, continuo y fluido. Muy satisfechos, la verdad.

El sitio para una boda pequeña era perfecto, eras 42 personas, el lugar super bonito, lo que mas destaco ha sido la comida , el coctel y la cena increíble super rico todo.
El día de la boda si es cierto que nos llovió un poco justo antes de empezar, y a consecuencia luego hizo bochorno y tuvimos que pedir que pusieran el aire en la cena, pero en cuanto se lo comunicamos lo pusieron.

Nos casamos este 31 de mayo, fue una boda íntima con la familia. Y sin duda no pudimos recibir mejor atención del equipo del restaurante y de la atención de Vanesa, sin duda alguna son unos profesionales y un encanto de personas. La comida maravillosa, de los mejores sitios a los que ido, solo me queda deciros que gracias que fue el mejor día de nuestras vidas y el equipo hizo por ello, un abrazo enorme !

Celebramos nuestra boda el 25 de abril y no podemos estar más felices con la elección que hicimos. Desde el primer momento en que visitamos el lugar, supimos que era el sitio perfecto. Fue el primer espacio que vimos y nos enamoramos al instante, por su entorno, su encanto y por la comida.

Asun fue una pieza clave durante todo el proceso. Nos aconsejó con muchísima dedicación, resolvió todas nuestras dudas y se adaptó a nuestras ideas con una disposición inmejorable. Sentimos un apoyo constante y una atención cercana que nos dio muchísima tranquilidad.

El día de la boda fue mágico. La organización fue impecable y todo salió incluso mejor de lo que imaginábamos. A todos los invitados les encantó la comida, recibimos un montón de comentarios positivos, con especial mención al puesto de carne asada.

Solo tenemos palabras de agradecimiento por hacer que nuestro día fuera tan especial e inolvidable. Repetiríamos sin dudarlo.

Recuerdo el día que fuimos a verlo y mi ahora marido y yo nos enamoramos de la maravillosa lámpara que preside el salón y en general de toda la finca, el buen gusto con el que está decorado todo, el romanticismo que se nota en todo momento, sabíamos que era el lugar indicado pero al conocer a Olivia y Asun , confirmaron que era el sitio ideal. Nos han ayudado en todo momento a que todo saliera genial y así fue . Todo el mundo nos ha recalcado lo bien que comieron, lo bonito que es el sitio y lo bien que se lo pasaron.
Gracias por ayudarnos en el camino de preparar una boda que no es fácil. Para nosotros Gasterea es un lugar muy especial, porque las personas que lo regentan son especiales.
Gracias infinitas de David y Marta

La comida fabulosa, exactamente igual que el día de la degustación, fue un comentario general entre los invitados

Todo fue perfecto de principio a fin, hicimos vida civil en el jardín, pusieron decorado precioso y luego tuvimos un cocktail de hora y media al que a parte d lo que ponían ellos añadimos 2 estaciones. Luego la comida en su salón precioso con los ventanales abiertos, pescado y carne , postre y luego al baile y barra libre. La comida de primera calidad,atentos a todo, profesionalidad máxima, no podría haber salido mejor!!! Un 10!!

Los invitados quedaron encantados. Todos resaltaban lo bien que habían comido, y lo bonito que era el sitio. Un lugar muy luminoso (con luz natural gracias a sus grandes cristaleras), elegante y delicado.

Gracias a Asun, Vanesa y Ernesto, el maître que nos acompañó en todo momento; siempre dispuesto a ayudarnos. Gracias a los tres, y al equipo de cocineros y camareros.
Nuestro día fue inolvidable.

Un sitio muy recomendable para celebrar la boda. Servicio, comida buena, espacios variados para coctel y baile, en fin relación calidad precio, excelente.
Nuestra boda allí fue un éxito. Muy contentos.

Buscábamos un sitio donde se comiese bien y dónde el trato fuese cercano. Nos gustó mucho el espacio y lo familiar que era. No pudimos elegir mejor.