La boda de Ian y Neus en L' Espluga De Francoli, Tarragona
Rústicas Verano Verde 6 profesionales
I&N
17 Sep, 2022El día de nuestra boda
Después de 7 años de noviazgo, decidimos casarnos el 17 de septiembre de 2022. Como llevamos años durmiendo juntos, decidimos pasar la última noche de solteros juntos también en nuestra casa. Por la mañana me levanté a las 6:30h mientras él seguía durmiendo y aproveché para terminar de escribirle una carta para que la leyera justo al levantarse. La tenía que tener lista de hace días, pero los últimos preparativos junto con los nervios previos al día B no me dejaron. Justo antes de irme, se despertó y nos despedimos con un beso y un gran abrazo. Mi madre vino a recogerme y fuimos juntas a la peluquería a las 8:00h. Me lavaron el pelo y me lo secaron. Llegó el fotógrafo y empezó a disparar con su cámara sin parar. Sorprendentemente, no tenía ni pizca de nervios, estaba muy tranquila ya que sabía que el trabajo ya estaba hecho y que estábamos en buenas manos. Después me maquilló mi maquilladora y la peluquera me empezó a hacer el semirrecogido. Sin embargo, el semirrecogido que escogí en la prueba no se podía hacer, salían los mechones por todos los lados. Así que tomamos la decisión de cambiarlo un poco. ¡Fue, sin duda alguna, la mejor elección que tuve ya que me gustó aún más que el de la prueba! Salimos de la peluquería a las 11:00h, con media hora de retraso. Aquí ya me empecé a poner nerviosa porque sentía que no llegaría a tiempo. Justo al salir de la peluquería nos vino a ver la organizadora del restaurante y fue un respiro escuchar que todo estaba bajo control. También me comentó que el novio estaba nerviosillo ya que había ido a verle anteriormente. Finalmente, nos fuimos para mi pueblo para vestirnos y hacer unas cuantas fotos con mi familia.
Seguir leyendo »Al llegar fuimos directamente a la habitación para arreglarme, pero justo entrar me dieron una carta de mi novio. Me emocioné muchísimo leyéndola ya que nunca me había escrito nada y pensaba que sería misión imposible, ¡pero por fin lo hizo y me encantó! Entonces en dos minutos ya me encontraba vestida bajando las escaleras para que me viera mi padre por primera vez vestida de novia. Fue un momento muy especial. Después salimos al jardín a hacernos unas fotos más de familia y me dijeron que esperara un segundo para salir. Mis padres habían preparado cava para brindar con los vecinos más cercanos, pero pensaba que no iba a venir nadie. Por sorpresa mía, cuando salí vi a un montón de gente. Brindamos, lloramos y reímos, nos tomaron algunas fotos y mi padre y yo subimos al coche de un amigo nuestro junto a él. Nos esperamos unos minutos para que mis familiares y el fotógrafo llegaran antes a la ceremonia y después salimos. A medio camino me llamó la organizadora, ¡el novio aún no había salido! Mis nervios empezaron a aparecer. Nos paramos en una gasolinera y esperamos el ok. Fueron unos minutos eternos para los tres. Finalmente, sobre las 12:50h me llamaron y me comentaron que ya podíamos ir para allí.
Justo antes de entrar al restaurante escuché la canción de entrada de mi ya marido. Tenía los pelos de punta y no podía dejar de sonreír, me moría de ganas de verlo. Entramos, salimos del coche, me pusieron bien el vestido y nos preparamos mi padre y yo para entrar. Listos y justo a tiempo. Empezó a sonar mi canción y caminamos hasta llegar al lado de mi chico. Estaba realmente guapo, iba espectacular. Nos dimos un beso, intercambiamos un par de frases y empezó la ceremonia. Estábamos bastante nerviosos los dos. Fue una ceremonia muy emotiva, hablaron mi hermano, mi tía y mi madre, bueno, mi madre no pudo leer de lo emocionada que estaba. Su hermano también tenía que hablar, pero tampoco pudo. Mi abuela recorrió el pasillo y nos entregó los anillos, estaba muy emocionada y nerviosa, pero lo hizo genial. Hicimos el intercambio de los anillos y nos besamos al grito de "Visca els nuvis!". Pasamos por el pasillo mientras nos tiraban pétalos de rosa y saludamos a todos los invitados.
Nuestros invitados empezaron el cóctel mientras nosotros nos fuimos a tomar unas fotos a nuestro pueblo. Al llegar nos recibieron con un cóctel refrescante, brindamos y comimos un montón, y eso que dicen que los novios nunca comen casi, jeje. Poco a poco fueron entrando los invitados al salón. Nosotros esperamos fuera hasta que todo el mundo estuviera sentado en su sitio. Fue un momento íntimo muy bonito, ¡no sabíamos lo que nos esperaba! Sonó nuestra canción de entrada, entramos al salón saltando y bailando entre las mesas mientras todos gritaban, cantaban y hacían rodar las servilletas. En pocas palabras, espectacular. Nos sentamos y comimos. Entre plato y plato aprovechamos para dar algunos regalos a los padres, hermanos y abuelas de manera muy rápida para que no se hiciera pesado para los invitados. También nuestros amigos prepararon un juego muy divertido que animó a todos los invitados y se creó un ambiente muy ameno. ¡No podíamos parar de reír entre bromas, gritos de "visca els nuvis" y "que es facin un petó damunt de la cadira"!
Al final de la comida empezó a sonar una canción y nuestros amigos se pusieron a bailar. Nos prepararon una coreografía con sorpresa al final: mi suegro disfrazado de dinosaurio bailando. ¡Qué pasada y que hartón de reír! Terminamos muchos haciendo la conga por el restaurante. Después de un rato nos fuimos todos a fuera y mi ya marido y yo hicimos nuestro baile nupcial. No habíamos ensayado nada y nos salió bastante cutre, pero nos reímos mucho y fue nuestro momento de complicidad. Después, para incorporar a los invitados, realizamos el "ball del fanalet", un baile típico de las fiestas mayores (donde nos conocimos). También fue muy divertido porque a todo el mundo se le incendiaba el farolillo. A partir de aquí empezó la barra libre y la fiesta con los DJ. Bailamos durante horas y nos lo pasamos genial. Mi marido lo dio todo, pocas veces lo había visto así. Gracias al consejo de una compañera de esta comunidad, durante la fiesta me aparté unos segundos y me dediqué a disfrutar viendo como los invitados y mi marido bailaban, saltaban y cantaban juntos. Fue un momento increíble para mí, así que pedí el móvil al primero que pasó por allí para poder inmortalizarlo y recordarlo después. Finalmente decidimos acabar la fiesta sobre casi las 3:00h, después de más de 14 horas de boda. Nos quedamos a dormir en la casita rural al lado del restaurante junto con algunos amigos y nuestros hermanos. Fue un acierto total porque no tuvimos que desplazarnos y pudimos descansar para irnos de luna de miel al día siguiente.
En resumen, fue una boda muy bonita y familiar, llena de momentos increíbles y mejor aún de lo que siempre habíamos soñado.
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