Masía San Rafael

Guillermo ha sido el más amable de todos.
Atento en todo momento, hemos podido hacer en la masía lo que hemos querido sin problema.
Nos ha puesto soluciones a todo, nos ha ayudado y contestado con rapidez. Una pasada.

Es un lugar perfecto para celebrar una boda al aire libre. No hace nada de calor, incluso en pleno verano, ya que tiene mucha sombra. La zona del invernadero es preciosa y muy amplia y perfecta para hacer la fiesta.

La Masía es preciosa y tiene muchas posibilidades dados los diferentes espacios de los que dispone. Poder terminar el evento en la piscina es una gozada y, además, poder dormir allí mismo es un lujo. Es un espacio muy cuidado, sencillo y agradable, a la par que elegante. Se adaptan a todas las necesidades específicas del evento y facilitan su organización. A mejorar cabría facilitar el sombreado en los espacios exteriores, que en nuestro caso fue un problema dadas las altas temperaturas, así como refrigeración en espacios cerrados (como el invernadero). Por último, cabría aclarar la gestión de la limpieza del baño que en nuestro caso no se hizo y no se aclara si es responsabilidad del catering o de la Masía.

¿Qué podemos decir de la masía y de Guillermo? ¡Solo cosas buenas! Yo es que se lo recomendaría a todo el mundo para cualquier evento que quiera realizar.
La masía es un lugar precioso y de ensueño. Cómodo, jardines maravillosos, el invernadero es elegante e impecable, un encanto rústico y moderno y una energía de casa familiar bonita, que se desprende en cada rincón de este espacio. Por otra parte, Guillermo es la persona más atenta que puedas conocer. Siempre está allí para ayudarte, orientarte y aguantarte pacientemente. Estamos muy felices de haber hecho nuestra boda allí.

La masía es hermosa, me enamoré desde el primer momento de la piscina, el invernadero que estaban armando la primera vez que fuimos, las plantas del jardín... Todo es hermoso... Pero nada hubiera salido tan perfecto y hermoso sin el apoyo de Guillermo. Atento desde el primer día, nos dio los mejores consejos, nos permitió molestarlo para pedirle ayuda con temas que no eran de la masía, pudimos ir varias veces a verla con distintas personas, incluso un día antes para llevar unas sorpresas... Nos ayudó el mismo día de la fiesta, no tuvimos que preocuparnos. Siempre atento. ¡No podríamos haber escogido mejor! ¡Gracias, Guillermo, volveríamos a escoger la masía sin dudarlo!

Celebramos nuestra boda el 25 de septiembre de 2021. Reservamos la fecha con un año de antelación para poder organizar todos los preparativos con tiempo. A lo largo de ese año, Guillermo (propietario de la Masía San Rafael), nos atendió en todo momento, siempre con una vocación de servicio y profesionalidad que convirtió este proceso en un placer e ilusión que aumentaban a medida que se acercaba el evento. Siempre atento, siempre dispuesto. Facilidades, todas; consejos y ayuda, la que necesitáramos. ¡Qué paciencia tuvo con mi madre! Celebramos el enlace y el cóctel en el jardín, cuidado con el cariño y esmero de quien pone una parte de sí mismo en todo lo que hace. El convite y la posterior fiesta la hicimos en el famoso invernadero, acondicionado y provisto de todo detalle. Gratamente sorprendidos nos quedamos cuando lo vimos todo dispuesto por primera vez. Tuvimos la "mala" fortuna de que durante un período de 20 minutos llovió con fuerza, no obstante, la capacidad de reacción e improvisación ante la adversidad que desarrolló Guillermo en ese momento (siempre con una sonrisa en el rostro), hizo que nuestra preocupación por el imprevisto infortunio fuera nula. Seguimos adelante. Todo volvió a su cauce y nuestra gente disfrutó a lo grande. Numerosas fueron las felicitaciones que nos dieron nuestros familiares y amigos por lo bien que salió todo y lo mucho que disfrutaron. Un día inolvidable en una masía en la que se respira a nuestra querida "terreta" constantemente. Un acierto, sin lugar a duda.

Hemos alquilado la masía para celebrar nuestra boda y nos ha encantado. Es un lugar grande con mucho espacio exterior, además cuenta con un invernadero nuevo muy bonito como opción B si el tiempo requiere estar en un sitio cerrado. Dada la situación con el Covid, tuvimos que cambiar varias veces de fecha y Guillermo siempre nos ha facilitado estos cambios y nos ha recomendado muy bien sobre cómo decorar el espacio y qué proveedores contratar. La piscina y el invernadero complementan muy bien el espacio. Volveríamos a celebrarlo en este espacio tan bonito.

Una masía que ofrece múltiples posibilidades para realizar una boda totalmente personalizada a tu gusto. Guillermo es encantador, siempre dispuesto a ayudar, a ofrecer alternativas y sin ningún inconveniente para que vayamos en cualquier momento y ver lo que necesitemos. ¡En nuestro caso celebramos tanto la ceremonia como el banquete y la fiesta en la masía y el resultado no nos pudo gustar más! Fue un día inolvidable y, además de que las fotos quedaron preciosas, todo el mundo estuvo encantado.

La masía es una maravilla, es preciosa y muy amplia. Pudimos hacer como varias zonas (comida, zona de baile, barra de bebidas...). La piscina es espectacular y sin duda fue un punto clave en nuestra boda, la gente la disfrutó un montón. El dueño fue muy comprensivo y atento con nosotros, nos dejó ir varias veces antes de la boda para que pudiéramos medir y ver dónde poníamos cada cosa, nos ofreció varios catering, nos montó unos cambiadores chulísimos para que la gente se pudiera cambiar, se prestó a ayudarnos en todo... El día de antes estuvimos también allí organizando los detalles y nos dio total libertad para montar cosas, de horario para ir y venir... Siempre estuvo dispuesto para nosotros. Al final la boda nos quedó genial y mucha gente nos dijo que se quedaba con el nombre para sus futuras celebraciones, ¡todos quedaron encantados!

El pasado fin de semana nos casamos en la Masía San Rafael. El grupo El Alto se encargó de organizar nuestro gran día y no podemos estar más contentos. El equipo, encabezado por Adela y Sebastián, estuvo muy atento con nosotros y con todos los invitados. Durante los meses de preparación, supieron escucharnos y aconsejarnos, y siempre nos sentimos acompañados. El día de la boda, todo salió perfecto, no faltó detalle; supieron adaptarse a cualquier necesidad (bebés, vegetarianos, alergias, etc.), así como a todos lo que queríamos. La comida estaba muy rica y el equipo de camareros estuvo muy pendiente de todos los invitados. Estamos encantados con este gran equipo y los aconsejamos 200%; sin duda, los volveríamos a elegir.

El lugar es precioso, con mucha sombra, mucho verde y sabe destacar su punto más bonito.