No podemos estar más satisfechos con el lugar elegido para celebrar nuestra boda. La boda fue tipo cóctel y todos los aperitivos eran muy originales y riquísimos. Además de los puestos temáticos, que triunfaron.
Todos los invitados quedaron encantados, tanto con la cantidad como con la calidad de la comida. Además fueron super atentos con las personas que necesitaban menús adaptados, ya fuese por tipo de dieta o intolerancias/alergias.
Especial mención a Claudia y Óscar, que se portaron de maravilla con nosotros y estuvieron muy atentos de cuidarnos en todo momento. ¡Muchas gracias!

Muy contentos por haber elegido el Museo del Traje, lo recomiendo fervientemente

Fue un acierto. Ana y Oscar nos ayudaron en todo, salió todo perfecto y no nos tuvimos que preocupar de nada. Fue un día estupendo.

¡No podríamos haber elegido mejor!

Estamos encantados con la profesionalidad y la dedicación de Ana, wedding planner y organizadora, y Óscar, el maître. Conocen fenomenal el espacio, que está preparado para poder celebrar una boda con comodidad independientemente del tiempo que haga. Nosotros nos casamos en abril y nos hizo un día espléndido, pero nos dio mucha tranquilidad saber que había plan B si llovía.

Además la comida es fabulosa: optamos por una boda de día tipo cóctel y todos los invitados nos felicitaron por el catering. Estaba todo espectacular.

Por último, tampoco queremos dejar de hacer mención a F. Burgos, la empresa de iluminación y música, que animó muchísimo la fiesta y mantuvo a todos los invitados en pie en la pista de baile desde el minuto uno y hasta el final

¡El equipo es inmejorable!

Sara y Álvaro

In-cre-í-ble.
Es lo único que hemos escuchado cuando hemos preguntado a los invitados que les había parecido el catering. Estaba todo riquísimo, nos pusimos las botas hasta no poder más.
El trato del stuff fue impecable, nos trataron a todos con una amabilidad y un tacto increíble. Tuvieron en cuenta todas las especificaciones sobre intolerancias y alergias.
Recomendadisimo

El Museo del Traje es un lugar perfecto para celebrar tu boda. Nuestros invitados salieron encantados y nosotros aún más. La atención de Ana Iglesias es excepcional. El catering es buenísimo (todo el equipo y los metres Óscar y su compañera que estuvieron de 10). El grupo de audiovisuales también estupendo. Todo salió perfecto gracias a un grupo de muy buenos profesionales.

Nos costó mucho conseguir el lugar soñado para nuestro gran día, queríamos que fuese en madrid por la comodidad a los invitados pero queríamos algo diferente, elegante pero divertido, como una finca por la vegetación pero en la ciudad, con el elemento de agua, luces, salones cómodos y sobre todo una buena comida y aquí lo conseguimos todo, el personal (Adri el metre, súper atento con cada detalle y ayudándonos en todo lo que pudo) Ana Iglesias fue como nuestra Wedding Planer, excelentísima, tanto en la planificación del evento, la organización, una paciencia tremenda porque cambiábamos muchas cosas a último momento, súper buena persona en con todo. De verdad que tuvimos mucha suerte de encontrar un sitio tan mágico como este y con personas tan maravillosas. Lo volvería a escoger duda y recomiendo al 10000%. Todo el mundo dijo: “La mejor Boda que hemos ido” y no hay nada que de mayor satisfacción a tanto esfuerzo que eso. Así que muchísimas gracias por todo y la comida una locura de buenooooo todo

Celebramos la boda el 2 de octubre de 2021. Tras una mala experiencia con una finca y con una decisión rápida nos decidimos a celebrarlo en menos de 3 meses aquí. ¡Y vaya acierto! Gracias a Itziar y Oscar por hacerlo fácil, bonito y rico. ¡Y la parte de audiovisuales con un DJ que no dejó a nadie sin poner a bailar! Lo repetiríamos allí sin dudarlo.

Absolutamente recomendable. Itziar no pudo dar mejor servicio y atención. El edificio, moderno, muy a nuestro estilo; muy grande y bonito el jardín; la fuente iluminada, el mejor photocall. Nuestra boda fue un cóctel y todo estaba riquísimo, dicho por muchos invitados. Hubo algún rato con lluvia, pero en el exterior hay zonas muy amplias techadas y no afectó para nada. Los temerosos del Covid, tranquilos por estar en el exterior. Tenían estufas preparadas por si hacía frío aunque no hicieron falta. Óscar, el responsable de la restauración, pendiente en todo momento de lo que pudiéramos necesitar y muy atento. Los camareros, muy serviciales y felicitándolos también. Vamos, un 10. Gracias, Itziar y Óscar, por haber hecho de nuestra boda uno de los momentos más felices de nuestra vida. Seguro que tendréis futuras reservas de amigos para comer o lo que sea porque les encantó el lugar. Un millón de gracias. Blanca y Joaquín.

Nosotros nos casamos el pasado 12 de junio, cuando las restricciones por Covid comenzaban a ser cada vez menos, pero todavía había muchísima incertidumbre. Solo tenemos palabras de agradecimiento al Museo del Traje (Itziar Peñafiel en especial) por el trato que recibimos. Fueron decenas de llamadas, además de las de rigor, las propias de una boda en plena pandemia. Retrasamos la fecha una vez, la anterior era el 8 de mayo (el día 9 de ese mes finalizaba el Estado de Alarma) y todo lo que tuvimos fueron facilidades para poder cambiarla. En cuanto al catering de El Alabardero es excepcional, original y contemporáneo. Se sale de un banquete tradicional por los productos y, principalmente, por la presentación de los platos. Como novios teníamos una camarera (Laura) pendiente de nosotros en todo momento, y creo recordar que había un camarero por mesa. Los invitados salieron encantados por el trato recibido por el servicio. El lugar es increíble, con la fuente iluminada, guirnaldas y un centenar de manteles que se pueden escoger para la decoración. A título personal debo reconocer el trabajo de Itziar Peñafiel, la responsable del evento, por su ayuda antes y, sobre todo, durante mi boda. Estuvo pendiente de mí y de necesidades que ni siquiera sabía que pudiera tener en las horas que duró la celebración. Nosotros estamos absolutamente agradecidos por toda nuestra boda y creo que hicimos la mejor elección posible para celebrarlo en Madrid.

Tanto el lugar (en sí es espectacular), como el servicio de catering, ¡excedieron nuestras expectativas! Fue un día increíble en manos de profesionales que además de saber lo que hacen, son excelentes personas. Fueron 2 años organizando la boda y a pesar de las circunstancias, siempre se han adaptado y han trabajado para que todo fuese perfecto, ¡y así fue! Gracias especialmente a Itziar y a Óscar, ¡que nos hicieron sentir como en casa!

El mejor sitio en Madrid para celebrar una boda sin tener que salir de la ciudad. Trato exquisito, buena comida y un ambiente inmejorable. Nos hace muy feliz saber que la mejor boda en la que hemos estado y estaremos es la nuestra propia. No por el hecho de que sea nuestra y lo que ello conlleva, sino porque realmente así lo fue, desde la comida, el servicio que recibieron los invitados, la música... Y, por supuesto, por el propio sitio en sí. ¡Espectacular!

Desde la primera visita hasta el último minuto de la celebración todo fueron facilidades y ganas de hacer que nuestro día fuera perfecto. Sin duda, no podíamos haber elegido mejor sitio para celebrar nuestra boda. Itziar estuvo en todo momento a nuestra disposición, dándonos ideas y soluciones, y si había algún imprevisto por la pandemia, siempre está donde la necesites. Pese a la situación en la que estamos, sabíamos que todo saldría bien, confianza total en el gran equipo que trabaja en el Museo. No podemos olvidar el maravilloso trato también por parte del maître. En definitiva, la boda fue perfecta gracias al maravilloso equipo que tiene el Museo.

Nos casamos a finales de septiembre con una ceremonia civil en su rotonda, después en los jardines celebramos una cena toda tipo cóctel y dentro de lo que suele ser la cafetería hicimos la barra libre.
Todo un equipo de profesionales, desde el primer día te ayudan para que todo sea más fácil y siempre aconsejándote para que salga estupendo. En cuanto al menú, te dan bastantes opciones y todo lo que elegimos estaba buenísimo. Nos preocupaba bastante que los invitados veganos que teníamos comieran a la altura, y así fue, les hicieron un menú riquísimo.
Colaboran con una empresa de sonido e iluminación, F. Burgos, que lo dejan todo muy bonito, tienen distintas opciones para que elijas lo que más te guste, nosotros añadimos una cascada de luces para el photocall y fue la estrella de la barra libre.
En fin, si pudiéramos repetir mañana, sin duda sería en El Museo del Traje.

Fue un día perfecto. Itziar y su equipo son auténticos profesionales, y da gusto ponerse en sus manos.