Esta ciudad no tan solo es el punto que pone final a la famosa ruta de peregrinación del Camino de Santiago, o la aclamada capital de la región de Galicia. Santiago de Compostela es mucho más que todo eso. Se trata de una localidad considerada Patrimonio de la Humanidad desde hace más de dos décadas que se ha convertido en la parte más cosmopolita de la zona sin renunciar a su historia y su tradición. Desde el primer momento que pones un pie en ella, te cautiva con su encanto y hace imposible olvidar las estrechas calles adoquinadas que recorren el casco antiguo, emblemáticas plazas como la del Obradoiro o la Quintana y su indescriptible oferta arquitectónica que ampara desde sus iglesias, hasta sus palacios y monumentos más destacados.
La inmensidad de esta población da refugio a varias fincas, todas ellas de gran belleza y atractivo, que se alzan en mitad de extensas arboledas y paisajes de ensueño que proporcionarán esa magia que tanto ansiabais para el día de vuestra boda. Los característicos pazos, emblema de esta región, se dan cita en el centro de Santiago para convertirse en pequeños y aislados paraísos en mitad del ajetreo de la ciudad donde poder desconectar de la realidad y vivir vuestra propia película dentro de sus confines.
En la periferia también podréis encontrar enclaves de belleza sin igual que destacan por la naturaleza que envuelve su entorno y el encanto bucólico que baña todas sus estancias. Una prodigiosa combinación que os ayudará a convertir en realidad vuestro sueño.