Cuando tu elección supera tus propias expectativas
Cuando nos pusimos a buscar qué fotógrafo realizaría el reportaje de nuestra boda, teníamos apenas un par de ideas en mente, pero sobre todo, una premiaba por encima del resto. Alguien que fuese capaz de capturar los momentos del día y evitase los posados artificiales. Basándonos en esta premisa, nos pudimos a buscar entre varios fotógrafos y hubo uno que, por su estilo particular, captó nuestra atención al momento; obviamente, hablo de Alejandro, cuya mezcla de encuadres y de color nos cautivó. Tenía una mezcla de esa capacidad para captar situaciones y de hacer que los posados fuesen naturales. Si es capaz de hacer esto con alguien tan poco fotogénico como yo, menudo artista. Con esto en mente y buscando un resultado parecido, le elegimos, y la comunicación resulta ser muy fluida. Pronto realizaríamos una videollamada, ya que nosotros vivimos en otra ciudad, para conocernos mutuamente y hablar sobre quiénes somos y qué buscamos. Se adapta a bodas temáticas, a peticiones expresas, a lo que queráis. Aquí llega nuestra primera sorpresa agradable, y es que Alejandro resulta ser un tío extremadamente agradable y simpático, nos comenta cómo suele trabajar; una de sus máximas es "desaparecer" para que no estemos atentos a él durante la ceremonia y así poder pillarnos naturales. Nos comenta que está ahí si necesitamos lo que sea o con cualquier duda, y nos da algunos consejos sobre cómo encarar la situación, los cuales tomamos encantados ya que hay que recordar que yo me caso una vez, pero él es una persona con años de experiencia y muchas bodas detrás, y eso se nota. En nuestro caso, también realizamos una preboda, previa al Covid, cuyo resultado es excepcional. Debido al bicho, tenemos dos aplazamientos de fechas, a lo cual Alejandro pone problema ninguno ya que, por suerte, tuvimos disponibilidad para dichas nuevas fechas, y ante cualquier duda o imprevisto, "al final cambiamos de día", "hemos cambiado la hora de celebración", no pone problema ninguno, en su lugar nos da ánimos a seguir. Llegado el día de la boda se hace sorprendente su capacidad de trabajo. Acude a los domicilios donde novio y novia se están preparando con una serie de alarmas para ir controlando tiempos. Lo capta todo, desde el traje o los zapatos a la colonia o a un rincón de la casa, hasta un punto en el que te preguntas cómo puede ser que estés escuchando el obturador cerrarse con tanta velocidad. Controla la luz y es capaz de hacer que alguien como yo, que no sabe posar, parezca saber lo que hace, en este momento es cuando más "cooperativa" es la situación, es decir, te indica dónde ponerte, te dice alguna tontería que no te esperas para que te rías y lo pilla. Si alguien aparece, da un paso atrás y os capta hablando; si te quedas un momento mirando o pensando en algo, te captará. Posteriormente a estar con ambos novios, es cuando llega a la ceremonia y ahí es cuando se cumple lo que decía. Alejandro "desaparece", pero, de alguna forma, está en todos lados. Si no lo buscas con la mirada no está, no estorba, no aparece por un lateral y, sobre todo, no te pide que te coloques de una forma en especial o que te hagas una foto con el tío Enrique, no; Alejandro pasa a un segundo plano en el que solo lo ves si lo quieres ver, y es algo que me parecía alucinante. En este modo se mantiene durante celebración y convite. En nuestro caso, decidimos no ir a ningún lado entre celebración y comida a hacer fotos especiales, de manera que el único momento en que nos requirió, fueron unos 10 minutos para sacar algunas fotos solos, y aun así, las indicaciones eran "andad por ahí", "deciros algo divertido", "¡venga hombre, dale un beso, que estáis casados!". El resto del tiempo, como dije, Alejandro está ahí, pero ni lo notas. En nuestro caso permanecieron aproximadamente hasta 2 horas entrada la barra libre, de manera que se captó baile, tarta, fotos de gente bailando, pero sin nadie perjudicado. Nos pareció bien. Pasado poco tiempo nos hace un envío de las fotos. Vale, aquí esto hay que dejarlo claro. ¡Nos manda 900 fotos y no nos desagrada ni una sola! Nos quedamos alucinados. Las fotos son preciosas, como os dije, el color es increíble, te das cuenta que si te decía que mirases a un sitio, al final te cogía cuando dejabas de mirar forzado, resultando unas fotos muy, muy bonitas y guays. Cuando sigues mirando las fotos, ves cómo realmente estaba en todos lados. Hasta había un momento de un abrazo cuando creía estar solo, y ahí estaba él. Las 900 fotos en nuestro caso, en otras serán más o menos, ya de por sí son una criba dejando las fotos buenas, ya que él capta todo. De ahí se realiza una selección para un álbum. Resumen: Alejandro es la mejor elección que podríamos haber tomado, ya no solo como profesional, sino como persona. Es genial, y el resultado fue mejor de lo esperado. PD: En nuestro caso elegimos en vídeo a LaVeta Films ya que tenía un estilo parecido, luego descubrimos, casualidades de la vida, que suelen trabajar juntos. Él no lo pedirá expresamente nunca, pero creedme que si Onieva os convence, LaVeta Films es el mejor complemento.