La boda de Iván y Anna en Barcelona, Barcelona

Sobre las 13:30h empezó nuestra ceremonia, que os puedo decir que jamás la hubiese imaginado tan bonita. Nuestras familias y amigos parecían una, aunque no se conocían. Fue muy emotiva y llena de reencuentros, donde nuestras familias y amigos nos dedicaron lecturas preciosas. Además, vino gente que no nos esperábamos, así que ya podéis imaginaros el hartón a llorar cuando salían a leernos una lectura después de estar escondidos sin que los hubiésemos visto entre los invitados. Fue una boda preciosa y llena de recuerdos y momentos bonitos, sobre todo recordando a la gente que ya no estaba entre nosotros.

Después pasamos al aperitivo y finalmente, al banquete, y todo fue redondo. Habíamos contratado el servicio de un camarero falso y la verdad que de lujo, todo el mundo no daba crédito de las cosas que hacia aquel extraño camarero que supuestamente era nuevo, pero la verdad que fue muy divertido y ameno y finalmente cuando lo descubrieron nos felicitaron porque nadie se lo esperaba.

Nuestros invitados quedaron contentísimos con la comida y la calidad del servicio. La verdad que no pudo ir mejor. La gente comió, rio, bailó, se divirtió, conoció gente maravillosa y todo esto lo tenemos guardado para siempre en nuestras memorias y en las fotografías y vídeo que en breve recogeremos.

Nos hubiese gustado alargar la boda hasta las 4 de la mañana, pero por restricciones horarias, a las 1:30 am cogíamos el bus de regreso a casa. Aun así, al empezar por la mañana, el baile no se hizo corto y os puedo asegurar que nuestra boda fue como si no existiese el Covid y mejor aún, ya que la gente que vino, vino a disfrutarla.

Solo puedo deciros que fue un sueño hecho realidad, que aunque nos faltó gente que no pudo estar, salió de 10 y la repetiría una y mil veces más.

A los que os casáis en breve, mucho ánimo, que este año sí que se puede. También deciros que los novios (hablo sobre todo por el mío), aunque al principio no les llama mucho eso de casarse, después se lo pasan genial y hasta repetirían si no fuese por el dineral que cuesta.