La boda de Diego y Sofía en Valdemorillo, Madrid
Rústicas Otoño Blanco 4 profesionales
El 23/09/2023 89 0 0
D&S
23 Sep, 2023
El día de nuestra boda
Fue un día lleno de nervios y emociones. Nos casamos en la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción en Valdemorillo. Recuerdo salir del coche en la puerta de la iglesia y encontrarme a mi padre delante mía emocionado, ya está… comenzaron a surgir las primeras lágrimas.
Mi hija de 15 meses iba delante mía camino al altar con un cartelito qué ponía: “Papi aquí viene mami”. Precioso. Al final de ese eterno pasillo, mi futuro marido, emocionado y yo sin parar de temblar.
La misa se hizo amena y sin darnos cuenta estábamos llenos de arroz y abrazando a todos los familiares y amigos que habían venido a celebrar este gran día. Nosotros nos fuimos a buscar naturaleza para hacernos las fotos de recién casados con nuestra hija, mientras los invitados fueron al restaurante para comenzar el coctel de bienvenida.
Cuando llegamos al restaurante, los gritos y aplausos inundaron el lugar. Disfrutamos de cada invitado, pasando por todos ellos para hacernos fotos. Yo personalmente aproveché ese ratito para dar a mis amigas, a mi madre, a mi padre y a mis suegros una pequeña carta que les había escrito. Hui de ellos para no llorar al verles leerla, pero mis suegros al no poder leer de la emoción terminaron por leerla en alto otro familiar y enterarse todos de su contenido. Vaya que medio salón llorando a moco tendido por su contenido jajajaa
Seguir leyendo »Nos hicimos una foto grupal con todos en la escalera del restaurante y subimos al salón para dar comienzo la comida. Diego y yo entramos con nuestra hija con la canción de Tu y yo de Omar Montes y Beret. No mentiré, apenas comí, tenía el estómago cerradísimo por los nervios. En lugar de ello, paseamos por las mesas para ver como lo estaba pasando cada invitado y abrazar de nuevo a los nuestros.
Cuándo salió la tarta, sonó la canción de La suerte de mi vida de ECDEL. Fue precioso el momento. Una vez servida, me trajeron el micro y dediqué unas palabras de agradecimiento a todos, y regalé la mitad de mi ramo a mi madre y la otra mitad a mi suegra.
Comenzamos a repartir los regalos y a prepararnos a la sala de fiesta, donde entramos para bailar nuestro Vals de Harry Potter, mientras nos caían pétalos de rosa. Una vez bailado… comenzó la música y el baile para todos. Aunque tuvieron un pequeño parón porque dos amigas mías prepararon unas palabras que, una vez más, me hicieron llorar cual magdalena, pero esta vez no sola… el novio también se emocionó.
La verdad es que fue el mejor día de mi vida, sentirme rodeada de mis seres queridos, de mi familia y celebrar y brindar por todo lo alto esta felicidad.
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