La boda de Carlos y Inma en Sevilla, Sevilla

El día de nuestra boda

No tengo palabras para describir este día tan esperado y, por supuesto, tan complicado. Sin saber con 48 horas de antelación si íbamos a poder tener boda debido a las restricciones que se querían aplicar, sin saber el día, hablé con todos los proveedores de la boda para poder modificar la fecha para el domingo por la mañana. Todos colaboraron sin dudarlo, incluso la Iglesia del Salvador, que me abría las puertas el domingo por la mañana como excepción para poder celebrarlo. Después de toda esta incertidumbre y de planear rápidamente un plan B, por fin salió que las medidas se implantaban el domingo y mi boda iba adelante.

Este día lo voy a recordar siempre. Fue increíble la ceremonia, los músicos, el padre que ofició la ceremonia, la Plaza del Salvador gritándonos, fue un momento increíble. Y después de todo, por fin llegamos al restaurante Abades, donde nos recibieron con champán y con nuestra canción, otro momento que jamás olvidaré. Solo tengo palabras de agradecimiento en un momento tan complicado como el que estamos viviendo para los invitados que se arriesgaron a venir para ver y compartir este día tan especial, y a los proveedores que supieron adaptarse en todo momento a todas las medidas que se iban adoptando por día. En definitiva, el mejor día de nuestras vidas.