Experiencia decepcionante: tarifas ocultas y problemas de comunicación con sabors catering
Elegimos a Sabors Catering para nuestra boda de destino, buscando una auténtica experiencia gastronómica española. La comida debía ser el punto culminante de nuestro evento, razón por la cual los seleccionamos basándonos en sus reseñas positivas, su buena reputación y la recomendación de nuestros planificadores de bodas. Si bien la comida y el servicio durante el evento fueron buenos, el proceso de planificación y la comunicación tanto durante como después del evento estuvieron marcados por problemas significativos que impactaron negativamente nuestra experiencia. Al final, este fue el único problema importante que enfrentamos en nuestro día de bodas.
Desde el principio, la comunicación con Sabors fue lenta y poco clara. Inicialmente, nos informaron que el mobiliario estaba incluido en nuestro paquete. Sin embargo, solo una semana antes de la boda, nos dijeron que, dado que no habíamos contratado su servicio de bartender, el mobiliario se retiraría inmediatamente después de la cena, a menos que pagáramos una tarifa inesperada de 250 € para la recogida al día siguiente. Esto contradecía el contrato original, que mencionaba una tarifa de 150 € para la recogida al día siguiente. La tarifa se ajustó solo después de que la cuestionáramos, dejándonos con una sensación de incomodidad, sin explicación ni disculpa.
La claridad en el menú para los invitados con restricciones alimentarias también fue frustrante. Anticipándonos a las barreras lingüísticas, solicitamos específicamente una lista detallada de platos sin gluten, vegetarianos y veganos para asegurarnos de satisfacer las necesidades de nuestros invitados. Lamentablemente, Sabors se negó a proporcionar esta información, lo que dificultó la comunicación de opciones a nuestros invitados.
Para evitar interrupciones durante el evento, optamos por su servicio de bartender, lo que requería la compra de cinco botellas de alcohol por adelantado, con la promesa de un reembolso por las botellas no consumidas. Dado que el vino, cava, cerveza, vermut y otras bebidas ya formaban parte de nuestro paquete, y considerando que nuestro pequeño grupo había estado bebiendo durante los días anteriores, esperábamos que solo se consumieran algunas botellas. Sin embargo, Sabors afirmó que se consumieron las cinco botellas, lo cual parecía poco probable. Sabors no proporcionó ninguna verificación de las botellas vacías antes de irse, afirmando que no había nadie disponible, a pesar de que mi esposo, yo y algunos invitados estuvimos presentes durante más de dos horas después del evento. Más tarde, afirmaron que tres botellas tenían una pequeña cantidad restante, pero se las llevaron para evitar dejar “basura”.
Sabors tampoco cumplió con el menú completo según lo estipulado en el contrato. Decidimos no seguir adelante con esto, ya que no teníamos un recurso efectivo.
A pesar de los desafíos, nos aseguramos de dar una propina generosa a los camareros mientras recogían. Sin embargo, Sabors se fue sin decirnos nada, sin comunicación ni confirmación al final de la noche. Descubrir lo de las botellas más tarde fue muy preocupante.
En retrospectiva, confiar en Sabors para informar con precisión el número de botellas consumidas fue un error, especialmente dada la inconsistencia en torno a la tarifa de recogida del mobiliario al día siguiente. Como cortesía básica, esperábamos que presentaran las botellas, proporcionaran evidencia fotográfica o verificaran el recuento con nuestros planificadores de bodas. Dado que pagamos por cinco botellas más el servicio de bartender, cualquier alcohol restante debería haberse quedado con nosotros. Esta omisión se debió a que estábamos enfocados en otros aspectos de la boda, asumiendo que Sabors actuaría con honestidad.
Cuando planteamos estas preocupaciones a través de nuestro planificador de bodas, la coordinadora de eventos de Sabors fue desdeñosa, enfocándose más en defender sus acciones que en resolver los problemas fundamentales. Quedó claro que Sabors estaba más interesado en cerrar el asunto en sus propios términos que en abordar genuinamente nuestras preocupaciones, lo que finalmente nos llevó a escribir esta reseña.
No puedo recomendar a Sabors a nadie. Nuestra experiencia con su comunicación interna, particularmente con la coordinadora de eventos, nos dejó sintiéndonos ignorados. Si bien el servicio de los camareros y la comida en el día del evento fueron buenos, lo que probablemente explica su buena reputación, la experiencia general fue más que decepcionante. Insto a otros a tener precaución al considerar a Sabors Catering y a presupuestar más de lo cotizado, ya que enfrentamos un aumento del 10 % en los costos apenas una semana antes de la boda, junto con una mala comunicación y una actitud desdeñosa.