Santiago de Compostela es la capital de la comunidad gallega, una ciudad mundialmente conocida por ser el punto final de los peregrinos que hacen el mítico Camino de Santiago. Sin duda, una tierra llena de rincones históricos que puede ser el marco perfecto para vuestro reportaje de boda.
Las parejas que deseen un álbum de esencia clásica no pueden prescindir de retratarse junto a la omnipotente Catedral de Santiago y a su famosa Plaza del Obradoiro, dos puntos neurálgicos en los que el fotógrafo podrá plasmar todo vuestro amor. Otra idea es adentrarse en el corazón del casco histórico de la ciudad, un lugar con magia repleto de edificios, callejuelas y plazas de gran belleza que cobrarán todo el protagonismo de la sesión. El monasterio de San Martín Pinario, el convento de San Domingo y el pórtico de La Colegiala de Santa María del Sar son tres de los imprescindibles para las fotos de aspecto señorial.
Si lo vuestro son los espacios más naturales, el Parque Alameda, el Parque de Bonaval y el Parque de Belvis, tres de los pulmones verdes de la ciudad, se convertirán en emplazamientos esenciales para vuestra sesión al aire libre. Lo mismo sucederá con la senda del río Sarela, que se abre paso entre árboles, antiguas fábricas de curtidos y puentes de madera, y con el Monte Pedroso y el Monte do Gozo, donde disfrutaréis de vistas panorámicas impresionantes. Aunque si buscáis algo más modernista el edificio de La Ciudad de La Cultura os puede dar ese marco más vanguardista.
Si estáis dispuestos a descubrir los alrededores de la capital junto al fotógrafo, Pontemaceira, el Arenal de Berres y cualquiera de los caminos abandonados de los montes cercanos serán el fondo de escena ideal para sesiones de todos los estilos y gustos.