Antes de nada, ¡qué ilusión teneros por aquí!

Mucha gente de mi alrededor dice que soy un “culo inquieto” y no les falta razón. Siempre tengo ese deseo latente por viajar a sitios nuevos, empaparme de culturas diferentes, rodearme de todo tipo de personas, y acumular “primeras veces”. Esto quizás tenga algo que ver con que también sea un poco inconformista y me sienta cómoda en lo desconocido. Además, me declaro, para bien o para mal, perfeccionista y fan del orden. Ambas características hacen que la organización sea uno de mis grandes fuertes.

Me da la vida afrontar retos de todo tipo. A nivel personal, este año me propuse hacer una media maratón y, a nivel profesional, lanzar este proyecto tan especial.

Vengo del mundo del marketing y desde hace un tiempo también estoy en contacto cercano con el de los eventos. Empecé a interesarme en el sector de las bodas cuando se casó mi prima Elena. Me encantó cada parte del proceso, tanto la ilusión de la organización previa como la emoción del día de la boda o la resaca emocional posterior. En definitiva, vi que adentrarme en este mundo podría ser lo mío.

Y ahora es cuando me arrodillo y os digo, ¿queréis casaros conmigo?