No teníamos referencia a la hora de contratar nuestro fotógrafo de boda.
Una vez que contactamos con él tuvimos un encuentro para conocernos, nos habló de su trabajo como fotógrafo, nos mostró algunos de sus reportajes de boda y quiso saber más sibre nosotros y nuestra historia.
Le explicamos cómo queríamos que fuese nuestra boda.
Nos dio confianza y buenas sensaciones por lo que decidimos firmar el contrato de reserva.
Mantuvimos diferentes conversaciones para mostrarle detalles que teníamos preparados para nuestro gran día.
Nos explicó su forma de trabajar e insistió mucho en buscar momentos únicos y no posados, él quería captar emociones y nos pidió confianza.
Los días previos a la boda llovía a cántaros y él nos calmaba y nos enviaba fotos de novios bajo el paraguas tranquilizándonos y afirmando que podrían salir fotos preciosas.
Llegó el gran día y desde su discrección nos acompañó desde el maquillaje, peinado y vestido de la novia como con el novio.
En la ceremonia parecía invisible ( no se le oía, ni molestaba como hemos visto a otros fotógrafos en otras bodas) y supo captar con su cámara momentos únicos y unas fotos impresionantes , preciosas y captando almas, emociones.....
Durante el coctail y el banquete y posteriormente en el baile estuvo allí como si no estuviera, fotografiando sonrisas, lágrimas y amor ...
Todos los invitados e incluso en el restaurante coinciden en que es un profesional , educado y muy serio en su trabajo desde una capa de discrección absoluta.
Y en cuanto a las fotos no puede ser más bonitas, emotivas y únicas.
Si alguien quiere contactar con un buen fotógrafo que contrate a Sorin!