Mi pareja y yo visitamos el Parc Samà en julio de 2024 con la intención de casarnos allí. El lugar es, sin duda, precioso y desde el primer momento tuvimos claro que queríamos celebrar nuestra boda en ese entorno. La persona que nos atendió fue A., la comercial del espacio.
En esa primera visita, A. nos explicó el funcionamiento del alquiler del espacio: se alquila por un lado y, por otro, se contrata el catering, que va aparte. Le preguntamos específicamente si podríamos estar en el recinto hasta las 4 a.m., empezando la boda a las 17 h, y su respuesta fue clara: "ningún problema". Sin embargo, más adelante, cambió la versión y, como nos dijo por teléfono: “las palabras se las lleva el viento”.

Inicialmente, nos hablaron del catering Sagaz Events. Aunque parecían profesionales, no nos convencía la relación cantidad/precio de los platos. Consultamos si había otras opciones, y A. nos mencionó que también se podía trabajar con Cal Blay, algo que nos sorprendió porque no se nos informó desde el principio. De hecho, nos enteramos de esta opción en el momento que preguntamos, al cabo de un mes.
Tras comparar, nos decidimos por Cal Blay. A modo de ejemplo, Sagaz ofrecía 8 aperitivos y un plato principal, mientras que Cal Blay incluía 11 aperitivos y 4 rincones (o 14 aperitivos y 3 rincones) más el principal. Parecía una opción más completa y profesional.

Sin embargo, al comunicar nuestra elección a A., nos dijo que, al elegir Cal Blay, el precio del espacio se triplicaba, es decir, con Sagaz Events el precio era X, y con Cal Blay el espacio era X x3. Algo que no tenía lógica, ya que el espacio seguía siendo el mismo. Al hablar con Cal Blay, ellos tampoco estaban al tanto de esta "condición", ya que hasta entonces creían tener la exclusividad del lugar. Aun así, decidimos seguir adelante con Cal Blay, asumiendo el coste extra, ya que la transparencia y profesionalidad del Parc Samà dejaba mucho que desear.
Para sumar, nos comunicaron que terminar más allá de la 1:30 a.m. también tendría un sobrecoste, algo contrario a lo que se nos dijo al principio. Nuestra impresión fue que, desde el espacio, se presionaba para elegir a Sagaz Events, pues todo con ellos eran facilidades, mientras que con Cal Blay, todo eran trabas.

A medida que se acercaba la fecha, sentimos una actitud poco colaborativa por parte de A. Cualquier propuesta, por simple que fuera, tenía una respuesta negativa. Por ejemplo, pedimos dejar objetos el día anterior para preparar, algo normal en una boda, y la respuesta fue siempre la misma: "no". Queríamos dejar una vespa decorativa con un valor sentimental, y tampoco se nos permitió.
La comunicación con A., en un momento que debería estar lleno de ilusión y alegría, fue todo lo contrario: distante, fría y, en ocasiones, con un tono despectivo.

Afortunadamente, un mes antes de la boda (junio 2025), A. nos derivó al encargado de mantenimiento, E. A., y a su hermano. Ellos fueron un soplo de aire fresco: amables, eficaces, cercanos y muy profesionales. Nos permitieron dejar objetos el día anterior, regaron la zona de la ceremonia para mejorar su aspecto y nos ayudaron en todo momento. Les estaremos siempre agradecidos, ya que hicieron posible disfrutar del proceso con más calma y confianza en el último tramo.

El día antes de la boda también tuvimos un último susto: se organizó un evento musical que no conocíamos y que afectó nuestras pruebas de sonido por la mañana. Por suerte, no coincidió con la ceremonia, pero fue otro ejemplo de la falta de comunicación/organización.

Por otro lado, el catering Cal Blay fue impecable: profesionalidad, atención al detalle y trato excelente. En especial, queremos destacar a M., el metre, que gestionó todo con muchísima eficacia.

En resumen: Parc Samà es un lugar espectacular, con un potencial enorme, pero lamentablemente mal gestionado por parte de ciertas personas, en especial A., cuya actitud y falta de transparencia empañaron en muchos momentos la organización de un día tan especial. Una pena que un espacio tan mágico esté en manos de alguien que no sabe tratar ni cuidar a los novios, ya que del día que tiene que ser el más bonito de tu vida, te lo quiera convertir en una pesadilla.

Parc samà es distinto a los demás sitios. Un lugar con magia. El palacio y el salón son espacios perfectos para hacer la ceremonia y el banquete. Ideal para verano ya que hay mucha zona de sombra y aire acondicionado. Podrían atender un poquito más a su mantenimiento, pero la naturalidad forma parte de su encanto. En general fue de 10.

Un jardín historico con mucho encantado y con mil sitios para hacer tu boda ideal. Ester nos ayudo en todo momento es una persona maravillosa. Una boda inolvidable en un espacio increible.

El entorno es idílico y los responsables del parque encantadores y atentos pero hay falta de coordinación entre parque y catering. Si bien el catering es de calidad, de cara a la organización del evento, comunicación y flexibilidad es complicado. Marc, El metre resolutivo y muy profesional, pero la administración de Cal Blay encargado del evento deja algo que desear. Actúan por acción- reacción y en eventos donde inviertes una suma importante de dinero a veces hay que ponerse en el sitio de los novios y de cada situación. No todas las bodas son iguales y no todos los novios tienen el mismo nivel de exigencia. Dentro de lo estándar y paquetizado de una boda, nos falto la transparencia, comunicación y personalización.

Repetiríamos en el sitio, pero nos fallaron muchos detalles que son los que marcan la diferencia.

Catering e organización por parte de CalBlay muy rica y un servicio excelente con nuestro maitre Pere. Como catering tienen un excelente servicio calidad-precio, porque te incluyen en el precio de menu muchas opciones de decoración, pero no son muy flexibles al salirse de lo estándar. Prueba de menu escasa para 4 personas y el proceso de organizar la boda dejo un poco de desear, falta de comunicación.
En cambio el día de la boda todo fue genial por el esmero y la profesionalidad del maitre Pere.
Parc Samà es un sitio ideal para celebrar una boda, con espacios idílicos y con la ayuda de Ester (la chica que coordina por parte del parque) todo fueron facilidades y un increíble trato al cliente.

Una boda increíble, rodeados de naturaleza. La gente del Parc Samà, muy atenta y muy agradable. Agradecemos mucho la atención recibida. El Parc es un espacio increíble.
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Una boda increïble, envoltats de natura. La gent del Parc Samà, molt atenta i molt agradable. Agraïm molt l'atenció rebuda. El Parc és un espai increïble.

¡No podíamos haber escogido mejor! ¡El lugar es maravilloso! ¡Lluís de Cal Blay nos cuidó tanto! ¡Eres muy especial, Lluís!

No recomiendo alquilar la "Casita de la novia", ya que por el precio que cobran podrían al menos mantenerlo limpio. En varias ocasiones se nos fue la luz y el agua... Sin dignarse, al menos, a rebajar precio, que ya me parece exagerado.

El servicio, espectacular, la comida, aún mejor, y la forma en la que tratan cada detalle es de otro mundo. La única pega es que Cal Blay está ubicado en Sant Sadurní y si quieres una cita en persona tienes que ir tú. Por lo demás, ha sido un acierto.

El sitio era muy muy bonito, la decoración perfecta para el entorno natural. El personal, superatento a lo que necesitáramos en cada momento.

Parc Samà es un lugar precioso para celebrar la boda y con muchísimo encanto. Con un paisaje mágico e idílico para una boda de ensueño. Estamos muy felices de haber podido celebrar nuestro día con ellos, y qué decir de la gran labor junto con Cal Blay, que nos organizó un catering de 10 para nuestro banquete. No podemos estar más felices de poder visitar siempre que queremos y recordar nuestro día en el Parc Samà.

Todo fue increíble. La comida, la organización, etc. Quedamos muy contentos y los invitados también nos felicitaron por la comida y por cómo había ido todo. Lo recomendamos al 100%.

Si volviera a casarme (espero que no), volvería a casarme con ellos. Muy profesionales, muy flexibles un equipo extraordinario, e hicieron que nuestro gran día fuera todo genial. Luis nos intentó cuidar en lo máximo que pudo ¡y más!

Parc Samà junto con Cal Blay mostraron profesionalidad, alta calidad, máxima atención y personalización. Un entorno excelente y muy especial, con decoraciones preciosas... A nuestros invitados les pareció ideal. No podríamos haber pedido más, todo fue a la perfección y tanto Cal Blay como Parc Samà nos dieron mucha seguridad y confianza antes y durante el banquete. ¡Los volveríamos a escoger!

Un entorno mágico, un servicio espectacular, magníficos Esther y Alami que estuvieron todo el día con nosotros y coordinando toda la preparación con Cal Blay, todos forman un equipo inigualable. No podemos estar más contentos, satisfechos, felices y orgullosos de haber escogido este espacio para nuestro gran día.
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Un entorn màgic, un servei espectacular, magnífics l’Esther i l’Alami que van estar tot el dia amb nosaltres i coordinant tota la preparació amb Cal Blay, tots formen un equip inigualable. No podem estar més contents, satisfets, feliços i orgullosos d’haver escollit aquest espai per al nostre gran dia.