La boda de Xevi y Marta en Moia, Barcelona

El día de nuestra boda

Teníamos claro que queríamos hacer algo especial, a nuestro estilo y que nos lo pudiéramos permitir. Después de mucho mirar encontramos el sitio que encajaba con nosotros, la Torre de Casanova. Llegaron los preparativos después de muchos nervios y sentimientos encontrados... ¡Llegó el gran día! ¡Fue espectacular, increíble, no nos llegamos a imaginar lo bien que nos los pasaríamos!

La Torre de Casanova nos lo puso muy fácil, estaban atentos en todo momento, con horarios pero sin prisas y flexibles en todo momento. Allí hicimos la ceremonia, el pica pica, la comida y la fiesta que vino un grupo a cantar y luego DJ. ¡Muy buen trabajo! Los detallitos (un jardín eterno dentro de una botellita) para los invitados del Meu Petit Jardí fue algo inexplicable… ¡Siempre en las bodas hay gente descuidada, que se lo deja en la mesa y allí se queda, pues en este caso, cuando se acabó la noche y miré las mesas, no quedó ni uno! Toda la gente me venía a decir que qué detalle tan bonito, original… Para las madres quisimos tener otro detalle más especial, les regalamos un jardín eterno XXL. Todo personalizado a cada detalle, en el de los invitados con una piedrecita con nuestro logo y la fecha. Para las madres, unos novios en miniatura dentro del jardín eterno, la chica, se amoldó a todo lo que nos gustaba y nos dio muchas ideas, muy involucrada a su trabajo. ¡Muy buen trabajo!