La boda de Sergio y Laura en Sant Fost De Campsentelles, Barcelona

Una vez salimos de la iglesia, nos llenaron de arroz y pétalos de rosas y corazones. Nos hicimos las fotos con todos, y fuimos hacia la masía, Mas Llombart (mejor sitio, imposible). Nos hicimos el reportaje en sus jardines, mientras los invitados tomaban el cóctel.

¡Y entonces ya empezó todo! Entramos con la canción de Marry you, de Bruno Mars, ¡y fue súper chulo! Los invitados estaban encantadísimos con la comida y la atención del sitio, encantados con la decoración y la cantidad de detalles que había preparado para ellos. En un pozo precioso colgué fotos Polaroid de todos los invitados, para que se buscaran, pegaran la foto en nuestro libro de firmas, y nos dedicaran unas palabras. ¡Quedó muy bonito! También había cubretacones para proteger los zapatos del césped, y abanicos para el calor. Luego subimos al salón, a comer el segundo plato y el postre, donde les esperaban más detalles: alfileres en vestidos de novia hechos por mí para las mujeres, y unas botellas de orujo para los hombres.

Entramos con una canción muy cañera, Shout de Isley Brothers , elegida por mi ya marido, y a partir de entonces bailamos el resto de canciones que pusimos para la entrada de los platos. Nuestros invitados ya esperaban que siguiéramos dándolo todo, y no los defraudamos, ¡nos subimos hasta en las sillas a bailar, jaja!

Nuestros amigos y familiares aprovecharon para darnos regalos y ponernos un video precioso, y luego hicimos nosotros lo mismo. Dimos el ramo a las madres, mi ramo de novia a la hermana de mi marido, la liga a una amiga, y los muñecos de tarta a una pareja que se casan en tres meses. Y también dejamos a nuestros hermanos, delante de sus asientos, unos marcos de fotos nuestras de pequeños.

Luego abrimos el baile con la canción de mi película favorita, Time of my life, de Dirty Dancing, ¡y fue espectacular! Tuvimos photocall y videomatón, mesa de chuches, fuente de chocolate con frutas, mini sandwitches entre la discoteca para reponerse, e incluso maquilladoras para retocarnos, y unas esparteñas que todas agradecieron para calmar sus pies.

La verdad es que todo salió perfecto, y estamos extremadamente felices. Es un día que no podremos olvidar nunca. ¡Gracias también a esta web, que nos ayudó mucho a la hora de organizar todo y coger ideas!