La boda de Pere y Coral en L' Ametlla Del Valles, Barcelona

El día de nuestra boda

Después de estar un año preparando y organizando, ¡llegó nuestro día! Y no pudo ser más perfecto.

Nos hizo buen tiempo durante la ceremonia, de hecho, no cayó una gota en todo el día. Casi no tuvimos bajas y la gente lo pasó en grande. La ceremonia civil fue preciosa, conocimos allí mismo al juez de paz que nos casó (solo habíamos hablado por teléfono), pero nos hizo una ceremonia superamena y emotiva.

La comida encantó a todo el mundo, y todos los detalles que hicimos con tanto mimo y cariño nosotros mismos fueron muy apreciados. El momento del baile también fue precioso, y la fiesta fue genial, ¡nuestros invitados lo dieron todo!

Nuestra boda no fue típica porque sabíamos qué era lo que queríamos claramente: no fui a la peluquería (el peinado me lo hizo mi mejor amiga), el maquillaje me lo hizo otra gran amiga, no contratamos decoración de flores aparte de los ramos y prendidos, no hicimos rituales en la ceremonia, no entramos con bengalas de humo de colores, todos los detalles de decoración y regalitos los hicimos a mano, y nuestro baile nupcial duró un minuto y seis segundos, pero fue nuestra, a nuestra perfecta medida. No puedo imaginarme un día mejor, sin duda, el más feliz de nuestras vidas.