La boda de Martín y Cristina en El Puerto De Santa Maria, Cádiz

El día de nuestra boda

Érase una vez, una bonita historia que comenzó un 31.05.08, donde el amor surgió y fue haciéndose más fuerte cada día. 13 julio de 2017, llegó el día de la pedida, esa maravillosa pedida en Roma bajo la luna y en la Fontana di Trevi. Desde ese día comenzó nuestra aventura que daría resultado a la celebración de este maravilloso día.Ya hace 8 meses que pasó el mejor día de nuestras vidas. Desde que amaneció ese día, todo fue mágico e inolvidable. Fue un día muy emocionante, desde primera hora de la mañana, ya estaba nerviosa, con ganas de ver al que iba a ser mi futuro marido.Desde por la mañana, ya estaba hecha un mar de nervios, pero no pasaba nada, tenía a mi familia y grandes personas alrededor, cumpliendo lo que tanto soñé. Tengo que decir que, gracias a todo esto, conocimos a nuestro “rey del capturador de momentos”, nuestro fotógrafo José Cornejo, que no solo tomó con su cámara momentos preciosos, sino que nos trató y nos cuidó con mucho cariño, sobre todo a mí, que estuvo muy pendiente de mí e hizo que mi día fuera espectacular. Todos los detalles fueron bonitos, desde el momento que me vistió mi bonita madre, hasta el momento de llegar del brazo de mi papito lindo al altar.Sí. llegué tarde, nos casábamos a las 18:45 y llegué a las 19:30, yo pensaba que iba a ser puntual, pero qué va chicas, ¡las novias llegamos tarde!No puedo detallar con tantas palabras, cómo fue ese día, porque creo que me pasaría todo el día escribiendo y esto sería un “parrafazo” del quince, pero lo que sí os digo es que os dejéis llevar totalmente.Una vez que ya os deis el “sí, quiero”, disfrutad de cada momento, comed, bebed y bailad hasta que el cuerpo no pueda más, porque, realmente, es lo que nosotros hicimos.Pasamos una tarde y una noche mágica, preciosa e inolvidable con nuestros familiares y amigos. Desde el momento que nos hicimos marido y mujer, todo ha sido espectacular. Nunca olvidaré esas miradas, esas caricias, esas lágrimas que asomaban tantas veces de emoción.¡Nos dieron muchísimas sorpresas y, sobre todo, nos lo dieron todo ese día, sus corazones y sus ganas de compartir este día tan bello! Sobre todo, la de una mejor amiga, una mejor hermana, Blanca, quien contrató a un chico que cantaba como los ángeles y que nos cantó en la iglesia canciones de Manuel Carrasco, nuestro cantante favorito, con canciones que definen lo nuestro y, sobre todo, la amistad que yo tengo con ella. ¡Fue superbonito, no me lo espera!¡Por cierto, hicimos un baile con nuestros amigos, antes de entrar a la bodega y fue divertidísimo! Recuerdo días atrás, que habíamos quedado para ensayar y, al final, acabamos haciendo una barbacoa y sin ensayar nada de nada. Al final salió natural y superchulo.Todos los momentos fueron preciosos, sé que no podría nombrarlo todos, porque esto sería una locura de lectura. ¡Ya os digo, lo importante es dejarse llevar! Confiar en lo que habéis contratado, porque seguramente hagan de vuestro día, un recuerdo precioso. Besaos y amaos, sentid el baile como el momento más íntimo donde vuestros cuerpos ahora se acercan de otra forma, reíd, compartid, chillad… Dadlo todo ese día, que no se quede nada en el tintero. No importa que el traje se ensucie, no importa nada (yo incluso me tire al suelo a hacer flexiones, ya a unas horas muy tarde, riéndonos con nuestros amigos).Me emociono muchísimo al recordar ese día, vuelvo a ver las fotos y lloro, lloro de la emoción, volvería una y mil veces atrás. ¡Os deseo a todas lo mejor! ¡Sí chicas, los sueños se cumplen!Os dejo unas fotitos de nuestro día, un besazo enorme, Cris.