La boda de Lluis y Tania en Sentmenat, Barcelona

Se adaptaron en todo lo que quisimos y más. Iris, la comercial y wedding planner del lugar, nos acompañó día tras día, para que todo saliera redondo. Jose, el encargado del banquete, estuvo muy pendiente de nosotros en la boda para que todo fuera perfecto.

La comida, el lugar, el servicio y sus trabajadores trabajaron al 100 por 100 para que todo saliera a pedir de boca.

Contratamos el servicio de floristería en Floristería Casamitjana de Cerdanyola, que habitualmente trabajan para la masía. Supieron plasmar nuestras ideas a la perfección y la decoración floral era divina.

La música fue a cargo de la empresa Ilsotec, también colaboradores habituales de la masía. Fue una fiesta constante durante toda la celebración, y con la cortina de luces del salón que también proporcionaron ellos, se creó un ambiente de fiesta y magia inigualable.

Las fotos y el video para nuestro gran día, fue a cargo de La Masia Moments. Un equipazo de profesionales que trabajan de lujo. Aquí os dejo la prueba de las fotos.

El vestido de novia y el traje del novio los adquirimos en Atelier de bodas. Fueron muy amables y pacientes hasta que dimos con nuestra vestimenta ideal.

Maquillaje y peluquería fueron a cargo de Virginia Palomares (vp cosmetics) que consiguieron un look alucinante de novia digno de alfombra roja.

Anillos de Orli personalizados y hechos a mano.

Zapatos novia de Lildaybcn personalizados, tocado de India studio personalizado, liga, mascarillas, etc., y muchos profesionales más que hicieron posible nuestro sí quiero.

Los invitados quedaron alucinados con todo. La comida, el servicio, las flores, la música, la iluminación, fotografía y video, el vestido y traje, maquillaje, complementos, zapatos, anillos… ¡Una boda de 10!

Todos tenían muchas ganas de pasarlo bien y así fue. Estaban muy agradecidos de haber podio celebrar con nosotros la boda, aún con algunas restricciones, disfrutaron y pudieron pasarlo genial después de tantos meses de confinamiento. Fue una boda muy esperada por todos y la vivimos como si no hubiera un mañana.

9 de octubre, ese día llegamos a la masía sobre las 2 del medio día y cuando nos dimos cuenta estábamos ya recorriendo el pasillo de la ceremonia, degustando aperitivo, destrozando el pastel con un hacha y bailando nuestro primer baile como marido y mujer. Pasó fugazmente sin darnos cuenta. Se hizo corto pero intenso y volveríamos a repetirlo cada semana.

Estamos muy contentos de no posponer finalmente la boda para el año que viene como muchas parejas han hecho, porque a pesar de tener restricciones, finalizar a la 1 de la noche y tener que pasar estrés máximo y muchos nervios con la incertidumbre y preparativos, hemos tenido una boda en condiciones y la hemos disfrutado como si fuera el último día de nuestras vidas. Creemos que todos hemos sufrido mucho estos meses y, por supuesto, nos merecíamos celebrar la vida y el amor con todos nuestros seres queridos.

Muchas gracias a todos.

Tania y Lluis.