La boda de Juanma y Maria en Benicàssim/benicasim, Castellón

El día de nuestra boda

Cuántos buenos recuerdos de ese gran día...

Pensaba que estaría muy nerviosa y que algo saldría mal ese día, pero no. Me levanté el día más tranquila de mi vida, me iba a casar con la persona que más amo en el mundo, así que nada podía ir mal.

Me levanté temprano y disfruté de un momento realmente entrañable en la habitación del restaurante, desde allí saldría vestida. En la habitación estábamos mi hermana, la maquilladora, peluquera y yo. Era un momento para compartir con alguien especial, nos reímos y disfrutamos del momento, hasta nos trajeron una botella de champán, qué risas...

El tiempo pasó rápido, al igual que el resto del día, pero no sin intensidad.

Cuando me quise dar cuenta ya estaba allí, del brazo de mi padre para hacer el paseíllo hasta mi futuro marido. Todo era perfecto, el clima, los invitados, la decoración y entre todo, apareció él. Estaba allí tan apuesto y nervioso, esos nervios que creía me atacarían a mí los tenía él.

La ceremonia fue dulce, un mar de recuerdos de nuestra historia de amor hasta haber llegado allí. Habíamos vivido cosas buenas y alguna que otra dificultad superada, siendo más fuertes como pareja. A nadie le resultó indiferente la ceremonia, con la ceremonia de la luz, con el cuarteto que envolvía nuestro amor y con un montón de sentimientos en el aire por parte de todos y cada uno de los que estaba allí. Al fin era mi marido, qué raro sonaba eso después de tantos años juntos.