La boda de Gaizka y Leticia en Portugalete, Vizcaya

Lo siguiente de lo que podemos hablar es de los fotógrafos. Contratamos a Fotònica para que se encargasen de realizar todo lo referente a la fotografía y les contratamos vídeo. También pusimos el fotocall con ellos. Todo fue genial. Os cuento, primero fueron a la casa de Gaizka a sacarle fotos en su casa antes de bajar a la iglesia, más tarde vinieron a la mía y estuvieron conmigo hasta la hora de salir de casa. Después estuvieron sacando fotos desde que llegamos a la iglesia (hay que mencionar que mi marido llegó a la iglesia en ambulancia y yo en el coche de uno de mis primos) hasta que salimos de ella. Estuvieron en toda la ceremonia con nosotros para que no se perdiera ni un momento de ese gran día. Después, nos bailó un dantzari de aurresku, que fue un regalo que un amigo nos hizo. Más tarde, estuvimos como una hora sacándonos fotos con la mayoría de invitados. Según iban pasando, se iban marchando para dirigirse al hotel. Después de un rato, los recién casados nos hicimos un pequeño reportaje de camino al hotel, bajando por el ayuntamiento, pasando por el parque de los monos, el puente colgante, etc. Hay que decir que eso se nos fue un poco de lo previsto y llegamos un pelín tarde a la entrada al hotel. Justo al entrar, mi marido y yo aparecimos con unas bengalas de humo de color naranja y azul.

Una vez en el hotel, la entrada fue increíble, nos impactó mucho como estaba todo, el número de mesas, la música que elegimos de entrada... Antes de empezar, mi padre, el padrino, nos dijo unas palabras y un amigo de mis padres y mío de toda la vida también nos dedicó unas palabras. Después de cortar la tarta, fue el momento en el que dimos nosotros más sorpresas: dimos a todos los comensales un detallito que nos pareció muy original y apropiado ( un saquito de lino con una cruz roja y dentro un kit con cepillo de dientes y espejo), digo lo de apropiado porque tanto mi marido como yo somos voluntarios de Cruz Roja, y a ciertas personas les dimos regalos especiales: a ciertos amigos, a algunos primos, al padrino, y a mi hermano. A cada uno le entregamos su regalo con una canción que significaba algo para ambos. Después, algunos familiares nos hicieron un vídeo, por lo que nos lo pusieron y lo vimos allí todos. Nos encantó, nos reímos como niños.

Lo siguiente ya fue nuestro baile, elegimos para el baile nupcial una canción de Támara (Si nos dejan), y con esto dimos paso al baile. De la música y la animación se encargaron los profesionales de Bilbo Sonido y fue fabuloso. Una vez que se acabó el baile, continuamos la fiesta en un bar en la calle Santa María de Portugalete, El Sol, donde pusimos unos pinchos para los que nos acompañaran a seguir la fiesta. A la madrugada, fuimos a hotel Oriol a dormir ya que teníamos la habitación nupcial reservada. Fue un día a maravilloso que recordaremos siempre. Solo nos queda agradecer a todas aquellas personas que lo hicieron posible. Un saludo.