La boda de David y Marian en Valencia, Valencia

Finalmente, tal y como nos propusimos los dos, nos centramos en nosotros mismos, en estar pendientes el uno del otro, en mirarnos, en compartir esos maravillosos momentos juntos, y de nada más. Las familias de los dos nos ayudaron estando atentos a lo que hiciera falta (apóyate en ellos, serán parte fundamental de tu boda), y todos y cada uno de los profesionales con los que contábamos estuvieron más que a la altura: el catering, la masía, el fotógrafo, la decoradora, etc. Así que, saboreamos cada instante como niños, y lo disfrutamos intensamente. A día de hoy, lo hablamos, y lo tenemos claro, volveríamos a organizar la misma boda, tal cual, con los mismos invitados, en el mismo sitio, y si fuera por nosotros, la celebraríamos cada tres meses.

Fue una boda moderna y loca, canalla la definimos nosotros. La ceremonia (19.30 de un calurosísimo día de junio) la ofició Rafa Duran, un entretenedor, cómico y maravillosa persona que hizo que las risas fueran las protagonistas del día, no hubo un invitado al que se le hiciera pesada.

La cena y el cóctel previo es espectacular, mucha comida, mucha calidad y una presentación maravillosa, moderna con toques rurales, como la queríamos nosotros. ¡Qué rica!

A la hora de la barra libre, contratamos a un maravilloso grupo de Valladolid, Bloody Mary, que versiona el pop rock de los 80 y 90, y fue un auténtico acierto. La gente no paró de bailar y reír, muy grandes. Y después de ellos, el DJ nos dio cuerda hasta que los cuerpos aguantaron, que fue bastante.