La boda de Dani y Mery en Oviedo, Asturias

El día de nuestra boda

Todas las novias tenemos el temor de que en nuestro día llueva. En mi caso por suerte tuvimos un día espectacular a pesar de ser mediados de noviembre.

Amanecí temprano y sorprendentemente tranquila. Mi hermana me acompañó la noche antes así que estuve entretenida. Ya en la peluquería los primeros nervios aparecieron... Llegó la maquilladora y las primeras visitas: mi madre, mi tía y mis damas. Ya estaba nerviosísima. Ya con la llegada del fotógrafo y la puesta de mi vestido... Qué sensación más alucinante, los primeros lloros... Fue todo tan bonito y a la vez tan fugaz... Me sentí como una princesa.

A la llegada del coche nos pusimos rumbo al Castillo de San Cucao donde iba a ser la ceremonia y el banquete. Fue llegar a la puerta y de los nervios me puse a llorar. Estaba paralizada.

Y ya al salir y ver a toda mi gente tan guapa y sonriente expectante... Volvería a vivir ese momento todos los días.

La ceremonia fue preciosa, super emotiva con las lecturas. Y viva los novios. Las fotos de recién casados, los brindis, los besos...Todo fue perfecto. Lo que sí os digo es que apenas probé bocado. Estaba tan entusiasmada y nerviosa que casi no tenía hambre y es algo de lo que me arrepiento porque todos no dijeron que había sido espectacular.