La boda de Adrián y Ariadna en Barcelona, Barcelona
De noche Otoño Morado 8 profesionales
A&A
08 Oct, 2021El día de nuestra boda
El día empezó recogiendo las flores y decorando el coche de la novia (el de mi padre). De ahí, mi hija mayor de 4 añitos y yo fuimos a casa de mis padres para arreglarnos. Pasamos por la peluquería junto con mi madre a ponernos bellas. Yo sin comer nada, ya que los nervios me tenían el estómago cerrado. Después nos vestimos en casa de mis padres. Mi padre me puso el vestido, fue un momento bastante estresante, ya que mi vestido era corsé y era un poco complicado y el tiempo apremiaba. Una vez todos arreglados nos dispusimos a ir al Ayuntamiento, pero era un viernes por la tarde, antes de un puente, y debíamos cruzar Barcelona.
Ese momento fue el más estresante de toda la boda seguro, ya que nuestra boda debía empezar a las 17:30 h y terminar a las 18 h, así que no nos podríamos permitir llegar tarde, pero llegamos 15 minutos tarde. Fue una ceremonia exprés. Me acuerdo que fue todo muy rápido y que a la hora de firmar incluso me temblaba tanto la mano que era incapaz.
Después de la salida del Ayuntamiento de Nou Barris, con el arroz y los pétalos por toda la cabeza y vestido, ya nos pudimos relajar un poco más. Hablando con los invitados y haciéndonos las fotos con el fotógrafo empezamos a disfrutar de una boda preciosa y a pasarlo bien.
Seguir leyendo »Posteriormente, procedimos al hotel para celebrarlo como dios manda. Entramos al salón con buena música que nos acompañó toda la cena, con energía y bailonga. ¡La verdad es que no comimos mucho, pero es que había tanta comida y tan rico todo! Solo recibíamos buenas críticas sobre el local escogido.
El momento del pastel también fue para recordar, entrando a lo grande subida a una mesa, empujada por el novio (quien francamente creo que lo pasó mal jaja), con música de Juego de Tronos, ¡muy épico todo! A eso le siguió el reparto de regalos y el lanzamiento del ramo superdivertido y recomendable.
Y, finalmente, la fiesta, el descontrol, las fotos, los videos, las risas, el bailoteo y, por qué no, el alcohol... Toda una mezcla de sensaciones pasando uno de los momentos más bonitos al lado de gente importante para nosotros. Fue realmente bonito, un día para recodar y quizás para repetir en un aniversario de plata, de oro o de diamante.
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