David Sanz

No podíamos haber elegido mejor. Sin estar seguros de si queríamos o no videógrafo, contactamos con él y nos convenció. ¡Y menos mal que lo hizo! No podemos estar más contentos con su trabajo. Profesional y entregado de los pies a la cabeza.

Cuando sabes que vas a acertar con una decisión, pero el resultado supera tus expectativas.
Desde el momento que empezamos a organizar la boda, teníamos claro que queríamos contratar videógrafo y, después de muchos años compartiendo vida, no podía ser otro que David.
Siempre nos lo puso fácil (y eso que tuvimos que cambiar la fecha varias veces).
Las prebodas (porque grabamos en diferentes lugares y momentos) fueron divertidas, especiales, únicas.... muy nosotros, cuidando cada detalle. Y el resultado: inmejorable.
El día de la boda captó cada momento, cada mirada, cada emoción. Nosotros solo teníamos que actuar de forma natural, él ya se encargó de encontrar, elegir y montar (de manera espectacular) nuestro gran día. Sin olvidar el vídeo sorpresa, en el que participaron nuestra familia y amigos, y que hizo que se nos cayera alguna que otra lagrimilla (ya te hemos dicho que es el mejor vídeo de la historia).
En resumen, sólo podemos decirte: Gracias por tu trabajo, tu dedicación, tus ganas, tu amistad y por formar parte de nuestra felicidad. Porque importa el resultado, pero mucho más lo que hay detrás y en eso amigo, no hay quien te gane.
(Carlos e Irene 08-05-2021)

David es un excelente profesional, cercano y discreto. Desde que decidimos casarnos, teníamos claro que él nos acompañaría ese día. Nos dio la tranquilidad que necesitábamos haciendo todo muy natural, haciéndose casi invisible en ciertos momentos. Da un enfoque muy fresco sin tener que estar pendiente de una cámara, siempre estábamos hablando con un amigo o incluso olvidando que alguien nos estaba grabando. El reportaje de la preboda fue muy especial e íntimo y nos hizo rememorar el sentido de todo nuestro amor, de cómo empezó nuestra aventura juntos… El día de nuestra boda, nos parece más mágico viendo el vídeo, pues se nota el cariño con el que ha reflejado cada momento importante de ese día. Gracias a él podemos revivir con emoción cada instante recogido por David con el corazón. Todo un lujo y un gustazo haber estado en sus manos, su visor y su alma.

David, desde el primer día nos hizo entender que no es solo un videógrafo, es un invitado más. Vive la boda contigo, quiere conocerlo todo y a todos los implicados, y lo hace de una manera tan especial que es imposible que el resultado no sea mágico. Si tienes una historia que contar, pero una historia de verdad, con su magia y sentimientos, no duraría una y mil veces en elegir a David como mi videógrafo. Las prebodas son momentos únicos y la boda, aun sin haberla visto, será espectacular. Solo puedo tener palabras de agradecimiento hacia él y su trabajo.