Opiniones de Masía Can Martí

Quiero decir tantas cosas y todas positivas... Queremos hacerlo por partes y no dejarnos absolutamente nada, ya que el sitio y las personas que lo forman se lo merecen. Lugar: el sitio es perfecto, ambientes separados, amplios, acogedores y llenos de magia. No necesitas salir de ahí ni para hacerte las fotos porque cuenta con lugares preciosos. Pensado todo al detalle. Cuando fuimos a ver sitios para celebrar nuestra boda, Masia Can Martí fue el primero y no necesitamos ver ninguno más. Personal: para hablar del personal lo haremos por partes porque realmente son ellos/as el esqueleto que mueve y hace que funcione todo. Primero, hablaré de Raquel, nos enamoró desde el primer momento. Es increíble, te da confianza y seguridad en todos los pasos que das. Te da la sensación que la conoces de toda la vida y te transmite una alegría y energía que te hace vivirlo todo a tope. Te hace sentir como en casa. Es una persona maravillosa. Como profesional te ayuda en todo momento, te aconseja, te acompaña y hace que todo salga a la perfección. Mil gracias por todo. La maitre y el personal de sala... Desde la prueba de menú que conocimos a Vero, la maitre de sala, quedamos impresionados con su amabilidad, parecía parte de nuestra familia. Simpática, amable, cariñosa y pendiente de nosotros y de que saliese todo a la perfección en cada momento. Todo supercoordinado. Una persona y profesional increíble. Referente a los profesionales de sala, decir que todos pendientes de las necesidades de nuestra gente. Coordinados, atentos, pacientes y superamables. Da gusto compartir un día tan especial con profesionales como ellos. Referente a la comida, la gente lo disfrutó al máximo. En la prueba de menú nos enamoramos de cada plato, pero en la boda aún superaron nuestras expectativas. Todo exquisito e insuperable. Los invitados no paraban de decir lo maravilloso que había sido todo y lo increíble que había sido el personal. Si decidís ir, el lugar os enamorará y la gente que lo forma aún más. Gracias de corazón porque fuisteis la clave de que todo saliese perfecto.