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25 May, 2018El día de nuestra boda
Fue un día inolvidable junto a nuestros familiares y amigos, ¡nos lo pasamos pipa! El día empezó lloviendo y acabo lloviendo, pero durante la boda nos hizo un tiempo espectacular. Nosotros nos casábamos por la tarde, había margen de que el día cambiara y tenía esa esperanza ya que eran tormentas de verano que eran chaparrones rápidos. Confieso que la última semana estaba atacada de los nervios y tuve que tomarme varias tilas, la noche de antes al ver que no podía dormir tuve que acudir a fármacos más potentes (Transilium) Gracias a eso, dormí toda la noche relajadita.
Me levanté y la verdad que supongo que me duraría el tranquilizante porque el día de la boda estuve muy tranquilita, me fui a pasear con mi perrito para distraerme esas horas antes de empezar con peluquerías y trajín… ¡y la verdad es que me fue muy bien para despejarme! Tuve la suerte de que venían a casa a peinarme y maquillarme, esa comodidad es fundamental para estar más tranquila. Yo seguía con mi relajación, pero en mi casa los nervios de mi familia se notaban en el ambiente, todos corriendo para arriba y para abajo, de hecho, llegó el fotógrafo y todos estaban sin vestir.
Seguir leyendo »Al final todo salió bien, nos hicieron el correspondiente reportaje con éxito, después nos dirigimos para el restaurante donde se iba a celebrar la boda, cuando estábamos llegando, me acordé que nos habíamos olvidado las chucherías de los niños y los puros en casa… al final con los nervios de la familia se olvidaron. Tuvo que ir mi cuñado después de la ceremonia a por ellos. La ceremonia estuvo perfecta, mi futuro marido estaba hecho un flan, yo lo tenía que tranquilizar porque temblaba el pobre jeje. Una vez nos tiraron el arroz y los pétalos ya todo era diversión.
Decidimos hacernos muy poquitas fotos solos, (os lo recomiendo) ya que queríamos disfrutar al máximo con nuestra gente y así fue, pudimos disfrutar del pica pica con ellos y aprovechar para saludar a todo el mundo. En el salón todo pasó muy rápido, aquí sí que me dio la sensación de que todo estaba sucediendo a toda velocidad, luego esto se frenó un poco ya que hubo muchas sorpresas por parte de los amigos (videos y demás). Y al fin llegó el esperado baile y el disfrute desde la máxima relajación, acabó rápido y empezó a llover a mares, pero el resultado del día había sido inolvidable.
Para futuros novios que se vayan a casar, consejo dejar nervios fuera, (si os veis apurados con ayuda de fármacos, como en mi caso jeje) ese día ya está todo hecho y solo os tenéis que preocupar de disfrutarlo ya que todo pasa muy rápido. Yo sin lugar a dudas lo repetiría una y mil veces más.
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