La boda de Tiberiu Alexandru y Giulia Cristina en Illescas, Toledo

El día de nuestra boda

Empezamos por el principio, el día de mi boda fue un poco jaleo. A pesar de que soy una tipa perfeccionista y organizada, se me fue de las manos. A lo mejor tenía que haberle entregado la alegría de organizar mi boda a otra persona. No a la novia. Dormí 3 horas. No pude dormir, estaba nerviosa. Me desperté a las 6 de la mañana. Ansiosa por el gran día, me llevaron a casa de una amiga donde me iba a vestir, peinar y maquillar. Me preparé con ayuda de mi madre y amigas especiales. Llegó el fotógrafo, pobre, tenía que correr entre la novia y el novio. No podía dejar de pensar en qué estaría haciendo mi novio en aquél momento y cómo le iba a todo. Estaba muy pendiente creo. Tenía miedo de que no saliera perfecto.

A continuación, cuando estaba preparada (la última, porque el novio ya estaba esperando), empezó el camino hacia la finca. Una de las cosas que no me gustó fue poner en manos de una persona que no debía la decoración. Toda la decoración la tenía este... Amigo en su coche. Y nadie daba con él, se quedó dormido. Total, que llegó un poco antes (me adelantó por la carretera) que mi coche a la finca y le ayudaron a colocar todo antes de mi entrada. Obviamente todos los invitados lo vieron, pero no pensé mucho en ello porque no quería que me afectara. Tenía que decir lo negativo también. Pero después todo fue sobre ruedas; la ceremonia religiosa, las canciones, las dedicaciones, los mensajes de amor y que empiece la fiesta.