La boda de Stefan y Gloria en Valencia, Valencia

Esa mañana no hacía más que dar vueltas por la casa e ir a la habitación donde estaba el vestido a mirarlo, que eterno se me hizo hasta que llegó el maquillador, Norberto de Look Valencia, que me maquilló con aerógrafo y el resultado fue espectacular.

A partir de ahí todo empezó a ir rodado: maquillaje, peluquería (un descansito para comer) y en seguida empezaron a llegar las visitas que me acompañarían en ese momento de preparativos, los familiares más cercanos, llegaron los fotógrafos, me vestí y ¡qué sensación!

Tengo que decir que el vestido ha sido para mí uno de los elementos más especiales de todo lo que ha conllevado la boda. Mi vestido me lo hizo el diseñador valenciano Salva Sanleón, y ha sido uno de los preparativos de la boda que he vivido con más intensidad; la elección de las telas, todo el proceso de su confección, yo tenía muy claro cómo sería mi vestido ideal, tenía que ser clásico y elegante. Elegí un vestido en mikado de seda natural de corte princesa y escote barco, a esto le añadí una larga cola y un fajín confeccionado con nácar, para darle un toque diferente.

Y llegó el momento de ir junto a mi padre de camino a la iglesia, realmente fue el momento de más nervios de todo el día. Una vez allí, recuerdo que mi entrada a la iglesia era el momento que más esperaba de todos, siempre lo imaginada como un momento muy pero que muy emotivo, sin embargo, con los nervios casi ni me di cuenta.

Nos casamos en la Parroquia de San Agustín a las 18:00 y para nosotros fue una ceremonia muy bonita y emotiva, parte de ella la hicimos en dos idiomas (español y holandés) ya que la familia de mi chico es de allí. Llevaba dos damas de honor encargadas de arreglarme la cola y tres damitas encargadas de llevar los anillos y las arras, realmente iban preciosas y lo hicieron fenomenal.

En los bancos dejamos los misales con los pasos de la ceremonia en los dos idiomas y unos abanicos para amainar el calor de agosto. A la salida de la iglesia todos nos tiraron el tradicional arroz y los pétalos de rosa, que también estaban preparados con mucho cariño en unos conos personalizados.

Después del momento arroz, nos fuimos a hacernos unas fotos a los Jardines de Monforte de Valencia y quedaron unas fotos realmente preciosas. Fue un momento de relax que nos permitió pasar un momento juntos más relajados y tranquilos. Destacar al fotógrafo Manuel Orero y al videógrafo Salva Llorens por su impresionante trabajo y su trato cercano y de confianza.

En el lugar de la celebración, en el Hotel Las Arenas, estaba todo precioso, tuvimos unas decoradoras estupendas, de la empresa Evento’s y Flores para Novia, que se encargaron de dejar la zona del cóctel y de la cena una maravilla, todo estaba ambientado en el mar y quedó impresionante.

En la cena habíamos preparado tres tipos de centros de mesa, todos ambientados en el mar, además en cada plato, los invitados tenían el sitting individual con una dedicatoria diferente hecha a mano por nosotros, además las mujeres tenían una pulserita marinera que mi hermana había hecho de sorpresa.

Hicimos un vídeo preboda para dar las gracias a los invitados y a todos les encantó. Después hubo un espectáculo de baile español que mi madre nos regaló como sorpresa. Además, mi chico me había preparado un vídeo sorpresa con fotos de toda nuestra relación, y mis compañeras de la facultad también me prepararon un vídeo y una cesta con el regalo preparado de una forma muy especial. Ciertamente estas pequeñas sorpresas de la gente que te quiere son las que luego se quedan como un recuerdo para toda la vida con un cariño especial.

Como detalle a los invitados dimos unos mini perfumes de Carolina Herrera, tanto para hombres como para mujeres, y a los padres les dimos un marco de fotos donde ponía “ayer novia, hoy mujer, pero siempre tu niña” con varias fotos de nuestra infancia.

Mi ramo se lo di a mi hermana y además preparé cuatro pequeños ramos para mis amigas de la infancia, que no quería que se fueran sin tener su detallito especial.

Para la tarta teníamos dos figuritas, una de porcelana Lladró y otra del juguete Lego, para darle un toque más divertido.

Una vez acabada la cena y los cafés, abrimos el baile con el Vals nº 2 Dmitri Stakovichk, con una coreografía que llevábamos dos meses preparando, y una vez inaugurado el baile ya no paramos hasta las 6 de la mañana.

En la zona de baile preparamos bailarinas para que las mujeres pudieran descansar de los tacones, una zona con unos pergaminos para dejar mensajes en una botella (por variar de típico libro de firmas), también preparamos una mesa de dulces para ir picando durante el baile y barra libre adicional con cócteles muy veraniegos.

Y qué más decir chicas, pues que realmente es el día más feliz que uno pueda imaginar, que es cierto que se pasa volando pero que se te queda un recuerdo precioso para toda la vida. A veces mi marido y yo comentamos que ojalá pudiéramos volar en el tiempo y repetir ese día tan especial, pero realmente, creo que lo que le hace especial es la cantidad de sentimientos y emociones positivas que se acumulan en un espacio tan corto de tiempo. Ahora ya ha pasado todo y aunque a veces lo recordamos con cierta nostalgia, sabemos que el recuerdo de este día tan especial nos hace ser un poquito más felices día tras día.

Espero que os haya gustado nuestra historia y que pueda servir de ayuda e inspiración para otras novias.