La boda de Ruben y Natalia en Chinchon, Madrid

El día de nuestra boda

Fue un día inolvidable, lleno de sorpresas. Desde el día antes de la boda los nervios ya empezaron a brotar, y eso hizo que aún se pasara ese día más deprisa si cabe.

Todo fue espectacular, desde la finca Los 3 Corrales, donde lo celebré, hasta la comida, que fue bestial, y el fotógrafo, un artista. Volvería a repetir sin dudar.

Y qué decir de mis invitados, se fueron todos encantados, no se imaginaban una boda así entre tanta naturaleza.

Yo llegué en una limusina que me había preparado por sorpresa el novio, cuando llegué allí estaban todos en el jardín, esperándome verme salir y entrar por esa alfombra enorme que pasaba por medio de todo el mundo. Cuando llegué al altar allí había preparado otra sorpresa del novio, un coro rociero que fue superemotivo. Luego el cóctel mientras cortaban jamón y comíamos, ahí estaba el coro, amenizando la tarde.

Fotos y más fotos, y todo el mundo quería retratar ese día tan inolvidable para todos.

La cena, el baile y la recena de barbacoa, todo una pasada.