La boda de Rubén y Laura en Deltebre, Tarragona

El día de nuestra boda

Podríamos resumir nuestra boda con estas palabras: “pocos y muy bien avenidos”. Nuestra celebración empezó el viernes por la noche con una fiesta blanca y una barbacoa con la mitad de los invitados. Lo que más nos gustó del fin de semana fue el buen rollo que hubo, algo muy importante en una boda tan pequeña como la nuestra.

A la hora de elegir el sitio, tuvimos en cuenta ciertos detalles: que fuese al aire libre y que los invitados pudiesen pasar allí la noche. ¡Y en la Isla de Gracia todo eso fue posible! Pudimos alquilar dos masías donde separamos a los amigos de la familia. De esta manera, los mayores pudieron descansar tranquilamente y el resto, acabó la fiesta en una zona más alejada.

El día B lo empezamos con muchos nervios y emociones. Por suerte, gracias a la ayuda de los amigos y familiares se fueron solucionando los pequeños contratiempos que iban surgiendo. Algunos de los momentos únicos que vivimos fueron… El poder llegar juntos con uno de los padrinos remando la barquita, el montaje de fotografías de los invitados a través de un proyector improvisado, el flashmob y el Kahoot que organizamos para amenizar la fiesta.