La boda de Raúl y Amanda en Illescas, Toledo

El día de nuestra boda

Después de diez años de novios, por fin dimos el paso. ¡Me pongo a recordar y parece ayer cuando nos conocimos!

La noche anterior a la boda, dormimos separados. Estaba algo nerviosa, pero dormí más de lo que esperaba. La mañana de la boda me despertaron una amiga y mi madre que, venían a desayunar conmigo. ¡Cuando me quise dar cuenta ya llamaba la peluquera a la puerta! Se me paso la mañana volando. Estaba bastante tranquila hasta que llegó el fotógrafo, que siempre te pones un poco más nerviosa porque ya se iba acercando el momento.

Llegó la hora de salir a la finca, bastante más relajada de lo que esperaba. Estaba todo precioso, no faltaba ningún detalle y allí estaba él, como un flan y con los ojos cristalinos...

¡La ceremonia quedó preciosa! Cuando salimos, fuera nervios y disfrutamos como los que más. Reímos, bailamos, lloramos... El día se pasó volando. Pero, disfrutar, ¡claro que los disfrutamos!

Lo repetiríamos todos los años.