La boda de Raúl y Alexandra en Madrid, Madrid
De noche Verano Morado 6 profesionales
R&A
30 Jun, 2018El día de nuestra boda
¡El día más feliz de nuestras vidas! El día 30 de junio de 2018, fecha que recordaremos siempre.
Aunque la boda era por la tarde, nuestro día comenzó a las 8.00 a.m. cuando sonó el telefonillo de casa. Mis padres y hermana nos regalaban un fantástico desayuno para que disfrutáramos juntos del último como solteros.
A las 9.00 a.m. mi casa ya era un ir y venir de personas, peluqueras, maquilladora, madre, prima, padre…Y, todos nerviosos menos yo. Cuando ya estábamos todas listas, llegó un rato de paz en el poder preparar todas las cosas para la llegada de los fotógrafos (Aurelio y sus compañeros de Para Toda La Vida Fotógrafos), el vestido colgado, zapatos, velo, cancán, pendientes.... Todo listo encima de la cama a la espera del gran momento. Rato de coger el móvil y ver qué tal va el novio y el resto de los invitados.
Raul se fue al Hotel donde se cambiaría y donde le harían las fotos. A las 13.00 horas llegaron Andrew y Aurelio para captar esos primeros momentos del novio. Con él, estaban sus padres y su hermano, que le ayudaron a vestirse para el gran día. Su traje preparado, la corbata, los gemelos (regalo muy especial de su abuelo). ¡Iba a estar guapísimo!
Seguir leyendo »Llegaron las 15.30 horas y Aurelio y Andrew, que nos hicieron sentir muy a gusto con su profesionalidad y cariño, iban tomando fotos y video de cada momento, de los detalles naturales que salen en un día como este. Las mariposas iban haciendo su aparición en el estómago, pero unas mariposas de felicidad, que me hacían disfrutar de cada momento. Después empezaron a llegar familia junto con los peques que me iban ayudar en la ceremonia, ¡sin ellos no lo podía hacer! Mi Alejandro con su pizarra y sus rizos, y mis niñas Julia y Carmen, guapísimas con sus vestidos que llevaron los pétalos y los anillos.
Llegó el momento de vestirme, se acercaba la hora y la felicidad iba en aumento. No pude tener mejores ayudantas para este día, mi hermana, mi gran amiga y otra mitad Bego, su hermana y mi prima. Todas me ayudaron a que ese maravilloso vestido que me enamoro desde el primer momento que lo vi, estuviera perfecto antes de salir de casa. Por el salón ya se notaban los nervios de los presentes, por la hora, el calor y no dejarnos nada, y yo mientras a la mío, que si un selfi por aquí, que si mete esto en el bolso, otra foto por allá…
La ceremonia era a las 17.30 horas en el Cristo de El Pardo, así que había que salir ya para no hacer esperar mucho a los invitados. Es 30 de junio y el calor aprieta. Por eso al llegar tenían preparados uno abanicos para “refrescar” la espera.
Llegó Raúl, el novio, que, aunque no lo dice estaba nervioso, paso a la iglesia del Brazo de su madre que estaba guapísima. Después me tocó el turno a mí, del brazo de mi padre, pequeñito pero muy grande a la vez.
Fue una ceremonia muy rápida y bonita, de la cual, al salir, los invitados tenían una sorpresa, una furgo Hippie que habíamos preparado para fotos y para luego llevarnos a los novios al restaurante.
Salimos llenos de felicidad, ya como marido y mujer, mientras sonaba “Asturias patria querida”, a manos de la familia asturiana, rodeados de todos los nuestros. Besos, abrazos, fotos, risas y lágrimas de felicidad… ¡Un momento que nunca olvidaré!
Nos montamos en la furgo y ponemos rumbo a el Club de Tiro de El Pardo. No podemos estar más contentos con el sitio elegido, vistas al monte de El Pardo, un sitio precioso y en el que nos trataron de 10 desde el primer momento que lo visitamos.
Alejandra, la wedding planner, colocó toda la decoración que llevamos justo como queríamos, estaba todo precioso y como lo imaginaba. Empezó el coctel, mas fotos, risas y charlas. Después llegó el momento de pasar al restaurante, los invitados debían buscar su sitio en una parada de autobús, (hecha por la tía de Raúl que nos ayudó con todo lo relacionado a la decoración) queríamos una entrada divertida y creo que acertamos con la música, nos esperaban todos de pie, dando palmas o moviendo las servilletas, bailando… ¡Fue genial!
Mientras comíamos fuimos repartiendo un par de regalos sorpresa que teníamos, para personas importantes para nosotros. Incluso nos sorprendieron a nosotros con un discurso muy emotivo, y detalles sorpresa que no decían todo.
Al llegar los postres empezamos a repartir los regalitos, y alfileres para chicas (una flamenca) y chicos (un volador), aunque al entrar en cada plato, ya habíamos dejado una pulsera de la Fundación Aladina, queríamos que este día fuera especial en todos los sentidos.
El día se iba acabando y le llegó el turno a un video sorpresa que nos hizo la familia, y de ahí ya solo nos quedaba nuestro baile. Baile que preparamos esa misma semana, con ayuda de nuestra amiga y profe de baile Coral. Y como no podía ser de otra manera no hicimos el típico vals, bailamos Perfect de Ed Sheeran, empezamos con un vals, pero lo terminamos en bachata. Y de ahí dimos paso a varias horas de fiesta que pasaron muy muy rápido.
Desde aquí quereos dar las gracias a todas y cada una de las personas que hicieron que este día fuera tan especial, con el que disfrutamos desde primera hora de la mañana, hasta el final, familia, amigos, fotógrafos, camareros, wedding planner… ¡a todos!
¡Gracias de corazón por un día tan maravilloso!
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