La boda de Paco y Cristina en Córdoba, Córdoba

Tanto a la iglesia como al convite llegué acompañada de mi hermano en su coche, me hacía mucha más ilusión que tras ese día pudiese seguir viendo el coche que me llevó a la iglesia el día de nuestra boda, creo que es un recuerdo muy bonito. Además no me quiero olvidar de mi hermano que iba muy guapo y elegante vestido de gala.

Nos casamos en la Parroquia de San José (más conocida como San Cayetano para los cordobeses) ya que era la iglesia de nuestro colegio, sí, del de ambos, pues estuvimos en él desde los 3 años hasta los 18.

Después como el tiempo no estaba muy por la labor, nos aventuramos a ir al casco antiguo a fotografiarnos, y la verdad es que nos dio media horita de tregua en la que pudimos hacer bastantes fotos. Cuando terminamos nos dirigimos al Hotel Córdoba Center y he de admitir, que pese a que no pudimos celebrar la recepción en la azotea (que era nuestra primera opción), no nos quedó más remedio que quedarnos en la entrada a los salones. Aún así todo fue fantástico, reaccionaron muy rápidamente a los inconvenientes de la lluvia y desde el personal hasta la comida todo fue fabuloso. Os hago una recomendación para que le echéis un vistazo a esa terraza, es una pasada y creo que da un toque original a lo que normalmente se ve.

A pesar de que el día amaneció fenomenal, a la hora de la verdad, decidió pasarse por agua, pero acostumbrada como estoy a que todos los eventos de mi vida hayan estado acompañados por ella decidí vestir una sonrisa y responder a todos los comentarios sobre la lluvia con una broma y una sonrisa. No sé la cantidad de veces que me dijeron la frasecita "Novia mojada, novia afortunada" a lo que yo siempre respondía "A ver si es verdad y a final de año me toca la lotería". También hubo el típico "Anda que mira como llevas el vestido" y yo a todo el mundo diciendo "Qué desconsiderado por tu parte, y más teniendo en cuenta que he estado pasando el vestidomopa para que no se te manchen las suelas de esos zapatos nuevos tan fashion que te has comprado" y listo...

Me propuse que nada ni nadie me chafase ese día y al final lo conseguí. Lo recuerdo todo como muy bonito y divertido rodeada de los míos, así que a fin de cuentas, ¡qué importa la lluvia! (esto es un mensaje que le mando a todas las novias que estáis preocupadas por el tema...) No dejéis que algo que no se puede controlar os borre una sonrisa en ese día tan bonito. Y sobre todo, lo más importante, que la persona con la que he decidido pasar el resto de mi vida me acompañó en todo momento y el intercambio de miradas de ese día no me lo borrará el tiempo de la cabeza.