La boda de Nacho y Myllén en Tarancon, Cuenca

A las 11:00 llegó mi cuñado, y como es tradición, salimos 15 minutos más tarde para no llegar puntuales. Es emocionante salir de tu casa y encontrarte con los vecinos que te dan la enhorabuena y te miran con alegría. Se nos hizo corta la hora de camino a la iglesia. Para nuestros invitados contratamos un servicio de autobús desde/hacia Madrid que salía de Atocha a las 10:30 y nos iban enviado mensajes de WhatsApp durante el trayecto. ¡Todo muy divertido! Tengo que admitir que nunca hubo nervios, pero si mucha ilusión.

La ceremonia en la Parroquia San Víctor y Santa Corona de Tarancón fue preciosa. Contamos con el coro de la parroquia; nuestros amigos y familiares felices. Al salir de la iglesia nos esperaba una traca valenciana; infaltable, pues el novio es de Vinarós, y una lluvia de abrazos, besos y arroz.

Ya en la Finca la Cervalera era primavera total, y las fotos son un sueño. No éramos muchos, 50 adultos y 10 niños, pero contamos con 17 nacionalidades distintas que disfrutaron a rabiar con Sonia Cortés (flamenco); fue una forma espectacular de empezar. ¡Contamos con su arte todo el tiempo que duró el cóctel!

Laura se encargó prácticamente de todo en la Cervalera: la comida, el salón, ¡todo genial! Para los niños contratamos los servicios de una monitora (JC Eventos te da la opción), una de las mejores ideas que tuvimos, sin duda. Aun hoy nos lo agradecen los padres de los niños, pues disfrutaron del banquete plenamente, y los peques estuvieron entretenidos y felices. Menos mal que la monitora hablaba perfecto inglés; como os comenté antes. éramos 17 nacionalidades distintas.

Luego, la celebración, la música y el fotomatón. Lo contratamos con el paquete de Especial Fotógrafos. Una tarde-noche en la que todos disfrutamos muchísimo. A las 22:00 salía el bus para Madrid, aunque familiares y amigos se quedaron en las habitaciones de la Cervalera. Nos olvidamos inmediatamente de que Adrián, el fotógrafo, estaba... ¡Lo disfrutamos a más no poder!

Seguimos bailando hasta que no pudimos más, casi media noche, pero "oficialmente" la fiesta terminó hacia las 02:00.

Fue un día maravilloso. Si tuviéramos la oportunidad de repetirlo, lo haríamos exactamente igual. Lo mejor es ver como todos los que comparten contigo tienen la misma alegría e ilusión. ¡La cara de nuestros padres en los momentos más emotivos es el mejor regalo y recuerdo!