La boda de Miguel y Débora en Muro De Alcoy, Alicante

El día de nuestra boda

Fue una pasada, el único incoveniente es que pasó el día volando desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Pasó todo en un abrir y cerrar de ojos. En el restaurante nos casamos, luego hicimos el cóctel y la cena. Jose, el metre del restaurante, lo tenía todo super programado, lo que ibamos a hacer nosotros y todo lo que nos hicieron nuestros amigos. La comida estava todo delicioso y luego cuando abrimos la barra libre empezó la hora del photocall, en el cual todos se divirtieron y la gente pudo comer también chuches de la mesa de dulce. A mitad de la noche, antes de cerrar la barra libre y terminar el día, lo mejor fue el resopón, ya que comimos algo para irnos a casa.

Muchos nervios, pero todo perfecto, porque lo que yo les digo a todos mis amigos que se casan ahora es que lo que hay programado, como la gente no sabe lo que va en cada momento, todo sale perfecto para todos, a lo mejor para ti no, como a mí se me olvido el ramo por ejemplo en casa... pero la gente no se da cuenta de las cosas, la verdad. Así que mi consejo es olvidarse ese día de todo, respirar y, sobre todo, disfrutar.